COSTA RICA: Gobierno traslada fondos a zonas afectadas por César

El gobierno de Costa Rica anunció hoy el traslado de 26 millones de dólares del presupuesto de varias instituciones para iniciar la recuperación de las zonas afectadas el fin de semana por el huracán "César".

El ministro de Hacienda, Francisco Gutiérrez, dijo que el país perdió gran parte de su infraestructura y hay miles de damnificados a los cuales se debe brindarles ayuda.

En tanto, el presidente José María Figueres se enfrentó este martes con los rostros de la tragedia al iniciar una gira de tres días por las zonas afectadas, principalmente el sur del país.

El mandatario recorrió poblaciones donde en medio de lodo y maquinaria fue recibido por habitantes desesperados, porque perdieron a sus familiares o perdieron todos sus bienes, incluyendo cosechas.

Según el último recuento de daños, hecho este martes, la suma de muertos asciende a 26, número que subirá a 30 cuando se recuperen los cadáveres de cuatro personas sepultadas bajo un terraplén.

Los daños físicos son cuantiosos. La carretera interamericana sur, que conduce al Valle del General, poblaciones aledañas y a Panamá, resultó cortada en tres partes y el paso es imposible aún a pie. Según los cálculos oficiales, tardará seis meses en ser reparada.

Esto obliga a las autoridades de obras públicas a abrir una ruta alterna de comunicación con la zona sur del país, pero mientras tanto miles de productos que salen diariamente desde esa zona para el resto del país se perderán.

Lo que se pretende, por el momento, es sacar los productos por mar, desde el puerto de Golfito hasta el de Caldera, ambos en el Pacífico.

El Ministerio de Agricultura advirtió este martes a los productores de la zona sur que no dispone de dinero para cubrir pérdidas por cosechas y sólo podrán resarcirse los que tenían sus cultivos asegurados.

Pero muchos productos no están sujetos a seguro, como los frijoles, uno de los ingredientes básicos en la dieta del costarricense.

Denis Campos, representante de los frijoleros, aseguró que 1.500 toneladas del producto que se esperaba enviar en los próximos días a San José podrían perderse por los problemas de transporte.

La zona también produce arroz, cuya cosecha usualmente se asegura, pero las pérdidas, aunque no se han evaluado, se estima que serán cuantiosas pues muchas plantaciones quedaron bajo el agua.

Las imágenes aéreas que transmiten las televisoras locales revelan la tragedia: miles de hectáreas aún anegadas, derrumbes por doquier en una zona muy montañosa y terrenos inestables por la cantidad de agua que contienen.

Este martes, dos días después de que se presentara la emergencia, varias insistió en que la pérdida de vidas se hubiera evitado si los habitantes hubieran atendido el llamado de las autoridades de que abandonaran las zonas de alto riesgo.

Ese es el caso de 11 personas que quedaron sepultadas bajo una montaña en la población de El Llano de Piedra de Tarrazú, también en la zona sur.

Según relatos, los habitantes de esta población habían sido advertidos desde el sábado de que era mejor desalojar el sector ante el peligro de un derrumbe debido a los fuertes aguaceros, pero nadie creyó que la tragedia sucedería.

Aunque el presidente Figueres pidió ayuda internacional para mitigar la tragedia ocasionada por el paso del huracán César, existen pocas esperanzas sobre esa ayuda.

Estados Unidos ofreció apoyo por 25.000 dólares y el envío de efectivos del ejército para participar en labores de rescate, y la cancillería local informó que el gobierno de Japón también hará una donación, pero no reveló el monto.

Los daños se estiman en unos 30 millones de dólares. El 25 por ciento del territorio costarricense sufrió las secuelas del huracán que destruyó importante estructura vial, instalaciones hospitalarias y cerca de 350 viviendas.

A pesar de que ya se detuvieron las fuertes lluvias, varias poblaciones del sur del país siguen aisladas y los alimentos empiezan a ser escasos, por lo cual las instituciones de asistencia empezaron el lunes a llevar ropa y comida a través de un puente aéreo que sirve también para trasladar enfermos.

Costa Rica fue el país más afectado por esta tragedia que llegó también a Nicaragua, donde se produjeron cuatro muertes.

La Comisión Nacional de Emergencias estima que las secuelas del huracán César son mucho más dramáticas que las que provocó en 1988 el huracán Juana, que dejó en Costa Rica 16 muertos, porque pasó mucho más cerca de la costa norte costarricense.

Sin contar con una masiva ayuda internacional, los organismos de socorro han empezado pedir a la población ropa, alimentos no perecederos, frazadas y medicinas para atender la emergencia. (FIN/IPS/mso/ag/en/96

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