COSTA DE MARFIL: Primeras nubes de tormenta anticipan el peligro

En algunas áreas de esta dilatada capital de Costa de Marfil, las primeras señales de lluvia anticipan serios problemas para la población.

La gente que vive en áreas consideradas ilegales o peligrosass por las autoridades municipales, pueden perder sus casas y todas sus posesiones por las lluvias torrenciales.

También sus vidas… Treinta y cuatro personas resultaron muertas en esas áreas durante las primeras grandes precipitaciones del 30 de mayo último.

"Cuando las nubes de tormenta se acumulan vivimos permanentemente con miedo debido a lo que ocurrió con nuestros vecinos en mayo", dijo Awa Ouattara, una residente de Belville.

Belville es una zona residencial para gente de pocos ingresos en los suburbios de Abidjan. Fue la primera de las áreas residenciales contruída para modestos empleados públicos en los años '70.

En aquellos días, las casas estaban rodeadas de bellos jardines y había un área pública de juegos para que los residentes organizaran picnics u otras actividades comunitarias. El nombre de Belville (pueblo lindo, en francés) describía bien el área.

Actualmente, Belville es irreconocible. El parque público y los hermosos jardines de antaño fueron reemplazados por unidades de vivienda. Casi todos los lugares disponibles están abarrotados con estructuras. Cuando llueve, el agua se precipita literalmente a traves de las casas.

"Debemos quedar adentro de nuestras viviendas durante horas cada vez que llueve porque los pasajes quedan inundados", explicó Yao Sam. Hay 74 áreas similares a Belville en torno a la capital, que tiene 10 municipios.

En las peores urbanizaciones, como Mossikro y Washington, donde las casas están construídas con cartón y madera, no existen caminos de acceso. Los residentes usan tablas a modo de puentes para sortear las charcas cada vez que llueve.

Alrededor de dos millones de personas viven en esta bulliciosa ciudad, declaró el alcalde de Abidjan, N'koumo Mobio. Añadió que un cuarto vive en los barrios precarios que son descriptos irónicamente por uss residentes como "zonas de inhumanidad".

La pobreza ha empujado a la gente a esos barrios suburbanos de chabolas donde una habitación cuesta entre 10 y 20 dólares mensuales. En las comunidades de clase media, el precio puede llegar hasta 100 dólares por mes en un país donde el salario mínimo es de 72 dólares.

"Vivo aquí porque no puedo pagar los altos alquileres de otras comunidades. Yo gano apenas 60 dólares por mes", explicó Bakary Mossy, quien reside en el paupérrimo barrio de Washington.

La mayoría de esas áreas son ilegales, según la municipalidad. Por esa razón no se ha hecho algún esfuerzo para construir un sistema de desagüe adecuado, así como otras instalaciones básicas.

Despues del desastre de mayo, el gobierno se apresuró a donar 30.000 dólares para los funerales de las víctimas, porque se trató del peor desastre pluvial en la historia de Abidjan.

Mucha gente criticó al gobierno por su gesto filantrópico y afirmó que debió actuar antes que se produjera la catástrofe.

"A menos que revisemos nuestros programas de urbanización, que deben desalentar a la gente de residir en áreas no demarcadas para instalar viviendas, esos fenómenos causarán enormes e imprevisibles daños, dijo Charles Kouassi, un asistente social.

El alcalde de Abidjan, visiblemente avergonzado, exhumó rápidamente un programa para rehabilitar barrios precarios. Otros jefes comunales tambien entraron en acción.

"Vamos a pagar subsidios o donaciones a las familias afectadas antes de trasladarlas", declaró el alcalde Kone Goge, de Adobo, una de las municipalidades más populosas del distrito capitalino.

Sin embargo, muchos críticos señalaron que los subsidios se quedaban cortos en la solución de los problemas. "Lo que necesita esa pobre gente son viviendas que puedan pagar. Todo lo que sea menos de eso será una postura propagandística", apuntó Amichia Kouame, una política opositora.

Un aumento de la población y el alto costo de la vivienda han desbaratado los esfuerzos gubernamentales para poner en ejecución su política habitacional, que fue calificada como una de las mejores en la subregión.

La población de Costa de Marfil es de 13 millones y crece a razón de un tres por ciento anual. A su vez, la poblacion de Abdjan aumenta cada año casi un cuatro por ciento.

Según un nuevo programa nacional de vivienda, las autoridades aseguraron que en los próximos tres años se erigirán 25.000 casas.

Un banco de la vivienda, conocido como Habitat, fue creado hace tres años para que se hiciera cargo de las mecesidades de la gente. Los trabajadores pueden ahorrar con Habitat y esperar obtener una vivienda construída por ellos. Una casa barata con dos habitaciones cuesta entre 1.600 y 2.000 dólares.

Los propietarios potenciales están obligados a pagar 120 dólares mensuales como depósito para adquirir ese tipo de vivienda. No obstante, los críticos del programa dijeron que en un país donde la mayoría gana menos que el monto de la cuota mensual, esas casas están por encima de sus posibilidades. (FIN/IPS/tra- en/md/pm/ego/dv).

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