COOPERACION: Posición de Brasil condiciona cumbre lusófona

A sólo cinco dias del comienzo de la cumbre de presidentes y jefes de gobierno de los siete paises lusófonos, la postura de Brasil se perfila como la gran incógnita para el futuro de la Comunidad de Paises de Lengua Portuguesa (CPLP).

Angola, Brasil, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Portugal y Santo Tomé-Príncipe daran forma orgánica el próximo miércoles en Lisboa al proyecto que, a semejanza de la Commonwealth (Comunidad Británica de Naciones), pretende fomentar la cooperacion entre los 219 millones de lusófonos, que pueblan cuatro continentes.

La iniciativa contempla la cooperación política, económica, científica, técnica y universitaria entre los siete países.

También se anuncian planes para la preservacion del idioma portugués en Goa, Diu y Damao (India), en el estrecho de Malaca (Malasia), en Timor Oriental (invadido en 1975 por Indonesia) y en Macao, un enclave que Portugal debe entregar a China en 1999.

La propuesta de creación de la CPLP fue brasileña, y su "padre" indiscutido es el ex ministro de Cultura, ex gobernador del Distrito Federal y ex embajador en Lisboa José Aparecido de Oliveira, considerado un politico muy próximo a Itamar Franco, ex presidente y actual embajador de Brasil en Portugal.

Mientras Franco permanción al frente del gobierno, el proyecto CPLP contó con el total apoyo y compromiso de Brasil, cuyos 160 millones de habitantes representan 70 por ciento del total de lusohablantes.

Pero al asumir la presidencia Fernando Henrique Cardoso, en 1995, las cosas comenzaron a cambiar, debido por una parte a que, según un secreto a voces de la prensa brasileña, el canciller Luiz Felipe Lampreia no tiene grandes simpatías por Aparecido de Oliveira.

Por otro lado, mientras el Brasil de Franco fue categórico al condenar la ocupación indonesia de Timor Oriental, una ex colonia portuguesa del archipiélago de Java, Cardoso y Lampreia cambiaron diametralmente esa postura, determinados por intereses económicos.

Franco y Aparecido de Oliveira fundamentaron su posición en el caso de Timor Oriental en la solidaridad debida a un pueblo lusófono que perdió un tercio de sus 650.000 habitantes a manos de los 22.000 efectivos del ejercito de ocupación indonesio.

Así mismo, Timor Oriental es asunto prioritario para la diplomacia de los restantes países de habla portuguesa.

Pero Lampreia dijo que "no conviene irritar a Indonesia" y en declaraciones al semanario Visao, de Lisboa, Cardoso afirmó que, sobre esa materia, "Brasil debe ponderar sus intereses en Asia, que no son pocos".

En el caso de Timor Oriental, Brasil "no se puede limitar a apoyar una reivindicación", y lo que es importante "es luchar por la preservación de la lengua portuguesa", expresó Cardoso en la entrevista, que indignó a los resistentes antiindonesios.

José Ramos-Horta, jefe de la resistencia timorense, será recibido y escuchado por los siete lideres lusófonos en Lisboa.

La actitud brasileña ha sido duramente criticada por los analistas lusos y de los países africanos, que durante dos décadas han mantenido una politica solidaria con la isla ocupada.

Al problema de Timor se une la guerra sorda, denunciada por la prensa portuguesa, de Lampreia contra Aparecido de Oliveira que, pese a ser el promotor del proyecto CPLP, no integrará la delegación brasileña al acto de constitución de la comunidad.

Para los políticos y analistas que durante cinco años siguieron las alternativas de la creación de la CPLP, Aparecido de Oliveira era el secretario ejecutivo "natural" de la nueva asociación, debido no sólo a su conocimiento del proyecto que concibió, sino también a sus relaciones privilegiadas en Portugal y en Africa.

A pesar de estas calificaciones, Lampreia propuso en una reunión preparatoria de cancilleres, celebrada el mes pasado en Mozambique, que la sectretaria ejecutiva sea rotativa por orden alfabético.

Cardoso justificó esta postura como una demostración a los africanos que "Brasil y Portugal no desean entrar en la CPLP con actitudes paternalistas o colonialistas".

La explicación no convenció a nadie y todos vieron en ella una manera de marginar a Aparecido de Oliveira.

En Portugal y los países lusófonos de Africa se coincide en que sin el empeño real de Brasil y sin la participación en primer plano de Aparecido de Oliveira, el proyecto CPLP puede quedar en la formalidad de la retórica de lo que Cardoso describe como la "importancia de que paises de lengua común se aproximen más".

De acuerdo con la sugerencia de Lampreia, Angola será elegido el próximo miércoles para ocupar la secretaría ejecutiva de la comunidad.

El problema, según coinciden los observadores, es que Luanda propuso al ex primer ministro angoleno Marcolino Moco como secretario ejecutivo.

La interrogante surge a renglón seguido: ?Cómo podrá funcionar la comunidad lusófona, si en sus pasos iniciales será dirigida por Moco, que hace tan sólo un mes fue destituido por el presidente angoleño Jose Eduardo dos Santos por inoperante?.

En vísperas de la cumbre del miércoles, todos los analisis y observadores coinciden en que el éxito formal esta asegurado y finalmente existirá una "Commonwealth a la portuguesa".

La duda que persiste es que sin un compromiso auténtico de Brasil, todo puede quedar reducido a hojas muertas cargadas de declaraciones sentimentales de "500 anos de historia y lengua comun". (FIN/IPS/mdq/ff/ip/96)

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