Autoridades y empresarios de Colombia y Venezuela reaccionaron con confianza ante la integración andina, por la elección del populista Abdalá Bucaram como nuevo presidente de Ecuador, durante la reunión del consejo empresarial binacional celebrado hoy en esta capital.
"De ninguna manera significará un obstáculo, porque el presidente Bucaram ha dado muestras de fidelidad a los compromisos andinos", dijo a IPS el ministro de Desarrollo Económico de Colombia, Rodrigo Marín.
Marín manifestó seguridad en "el respeto a esos compromisos por parte de Ecuador", recordando que "compromisos andinos fueron los que le permitieron ingresar a este pacto, hace ya 27 años".
Con variantes, los cinco socios de la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) adelantaron programas de apertura y liberalización económica, aunque el acuerdo subregional se resintió por frenazos o paréntesis vividos en Perú y Venezuela.
La posibilidad de que el gobierno de Bucaram encarne un nuevo altibajo -Ecuador además ocupa la presidencia de turno del grupo- también fue descartada desde el sector privado por el presidente del gremio de los industriales de Venezuela, Pedro Carmona.
"Puede haber signos o estilos distintos, pero en términos de integración podemos asegurar en la Comunidad Andina que se trata de políticas de estados y no de gobiernos", dijo Carmona a IPS.
"Hasta donde sé, más bien Bucaram ha ratificado que seguirá los lineamientos de integración subregional y latinoamericana trazados hasta ahora", agregó Carmona.
El fortalecimiento de la Comunidad Andina fue el tema número uno tratado por las cúpulas de los organismos empresariales de Colombia y Venezuela en su reunión de este lunes.
Marín y su par venezolano, Freddy Rojas, coincidieron en señalar que la principal conclusión del foro fue "el respaldo del sector privado a la negociación del grupo andino y el Mercosur (Mercado Común del Sur)".
Con el Mercosur, integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, aspiran discutir este año el llamado patrimonio histórico, para luego, sobre una base sólida, comenzar a negociar una gran zona sudamericana de libre comercio, expresaron.
Luis Villegas, presidente de la Asociación Nacional de Industriales de Colombia, dijo que los empresarios quieren jugar "un papel proactivo, de acompañamiento y colaboración en las negociaciones con el Mercosur".
La Comisión del Acuerdo de Cartagena, como se ha llamado hasta ahora al grupo andino, ratificó hace una semana las fórmulas de "cuatro más uno" y "cuatro más cinco" para las negociaciones con el Mercosur.
La primera alude a la fijación del patrimonio histórico, es decir, de las ventajas comerciales recíprocas que los países andinos y del Mercosur ya se han dado entre ellos, y que se negociará bajo una sombrilla común.
En este campo han avanzado más Bolivia, que ya firmó una carta de intención para una zona de comercio liberada con el Mercosur a partir de 1997, y Venezuela, que busca una asociación más provechosa con el bloque apoyándose en Brasil.
Pero para la siguiente fase de "cuatro más cinco", que implicará negociar un nuevo esquema de normas entre los nueve -más Chile- los empresarios recomiendan mucha mayor cautela a sus gobiernos.
"En el terreno agrícola, por ejemplo, una integración entre andinos y sureños merecería un capitulo aparte, por lo que ese sector representa en la producción nacional de nuestros países", apuntó Germán Jaramillo, presidente del Capítulo Bogotá del consejo empresarial binacional.
"No podemos compararnos con países del sur en la produccion de soja o de cárnicos, ni en volúmenes o capacidad de inversión e infraestructura comercial, por ejemplo", dijo a IPS Jaramillo.
"Una desregulación arancelaria simple puede horadar nuestros mercados y la propia producción rural de Colombia o Venezuela, con todo lo que eso representa incluso sicológicamente para países que se siguen considerando como de potencial agrícola y pecuario", afirmó.
La declaración adoptada por el consejo binacional recordó que estos procesos deben abordarse "desde las perspectivas de las cadenas productivas agroinustriales", a fin de no desanimar a la producción rural.
Los empresarios también recogieron en su declaración sugerencias para desmontar trabas puntuales al comercio bilateral, el más pujante de la subregión andina, estimado en 2.500 millones de dólares para este año.
Entre estas trabas se mencionó la "Resolución 009" de Colombia, destinada a controlar el uso de dinero proveniente del narcotráfico en operaciones comerciales. Aunque la declaración la consideró "entendible", pidió que no signifiquen discrecionalidad o inadmisión de productos.
También medidas de las regiones de frontera, como la "estampilla prodesarrollo fronterizo", que retarda el flujo de marcancías, y "cuellos de botella" en el transporte y otros servicios fronterizos.
Jaramillo dijo que cada día por la frontera terrestre pasan 280 camiones con mercancías, lo que satura el puente y las aduanas sobre el río Táchira, principal paso carretero, por lo que se estudian dos alternativas de descongestión vial a las que ofrecieron apoyo. (FIN/IPS/hm/ag/if/96