COMUNICACIONES: Andinos aprueban normas para su propio satélite

La Comisión ministerial que dirige el bloque andino aprobará, el fin de semana, el marco regulatorio que regirá el sistema satelital propio, Simón Bolívar, y cuyo estreno puede producirse antes de un año.

El nuevo estatuto andino incorporará una "carga social" a los beneficiarios de la concesión satelital, dijo a IPS José Soriano, representante de Venezuela en el Consejo Andino de Telecomunicaciones, redactor de las normas.

La "carga social" se traducirá en disponibilidad de tráfico para Estados andinos, a precio de costo, y facilidades de uso del sistema satelital para fines sociales, culturales y educativos, dijo Soriano.

En forma paralela, empresas públicas y privadas de Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, los socios de la Comunidad Andina, conforman una Empresa Multinacional Andina (EMA) que accederá a la primera concesión bajo las normas comunes.

Las EMAs son trasnacionales andinas que en cada país socio disfrutan de trato de empresa nacional y la del satélite Simón Bolívar tiene un proyecto que requiere invertir unos 300 millones de dólares.

La facturación anual de la EMA Simón Bolívar debería colocarse entre 120 y 150 millones de dólares, para arrojar ganancias brutas de 40 o 45 millones de dólares, justificando encargar la construción y lanzamiento de un satélite propio, con una vida útil de 12 años.

El paso legal previo es que la Comisión convierta en ley andina el marco regulatorio, lo que se produciría el sábado después que la Junta, órgano técnico de la Comunidad, revise el proyecto redactado por el Consejo de Telecomunicaciones.

Además de la "cláusula social", el marco regulatorio establece los términos en los que se entregarán las concesiones de órbitas satelitales, se fijarán deberes y derechos de las empresas usufructuarias y las normas técnicas de obligatorio cumplimiento, precisó Soriano.

El grupo andino disponía de tres órbitas asignadas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones, en los grados 103, 106 y 109 de longitud oeste, pero el acceso a la última se dificultó porque la "invadió" México, al orbitar en la posición 109,2 oeste su satélite Solidaridad-I.

Los andinos han negociado un trueque de órbitas, para dejar la 109 y pasarse a la 113, pero la discrepancia por la invasión de órbita alejó negociaciones con México para alquilar "trasponders" (segmentos) de Solidaridad.

La EMA Simón Bolívar tiene planteado iniciarse con el alquiler de trasponders, pero estudia varias de las ofertas disponibles en el hemisferio, en tanto se encarga la construcción de un satélite ajustado a las necesidades andinas.

Este último puede ser un artefacto híbrido (bandas C y KU), con capacidad para 50 trasponders y uso en los servicios de telefonía, televisión, VSAT y otros servicios de negocios, tanto para usuarios andinos como de países cercanos.

Construir y colocar en órbita un satélite propio demora unos dos años. Entretanto, el sistema Simón Bolívar puede utilizar el acuerdo que la Asociación de Empresas de Telecomunicaciones del Grupo Andino ha mantenido con Intelsat para alquiler de trasponders a precios preferenciales.

Tener su propio satélite es un sueño acariciado por los andinos desde hace dos décadas. Cobró forma como proyecto "Cóndor" a fines de los años 80, cayó en un letargo en medio de la crisis financiera que asoló a varios países de la subregión y resucitó como "Simón Bolívar".

En lugar del viejo proyecto de un satélite propiedad de los Estados, el nuevo esquema deja el negocio a las empresas, sean públicas o privadas, en tanto con carácter subregional se establece el marco regulatorio para la nueva actividad. (FIN/IPS/hm/ag/sc/96

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