El retiro de la visa estadounidense al presidente de Colombia, Ernesto Samper, "es parte de una escalada de imprevisible desenlace, y afecta a toda América Latina", dijo hoy el ex canciller venezolano Simón Consalvi.
"La ruptura entre Estados Unidos y Colombia es uno de esos fenómenos impredecibles, que no sabemos a dónde nos pueden conducir", dijo a IPS Consalvi, canciller en 1978-1979 y 1986- 1989 de los ex presidentes Carlos Andrés Pérez y Jaime Lusinchi, y luego embajador en Washington por varios años.
Consalvi fue uno de los conductores del Grupo de Contadora, que buscó la paz en América Central, y de los artífices del Grupo de Río, integrado por 13 países democráticos de la región.
Consultado sobre el peso de razones electorales dentro de Estados Unidos para la medida contra Samper, el ex canciller comentó que "lo bueno de algunas preguntas es que adivinan el pensamiento de los entrevistados".
El presidente estadounidense Bill Clinton, que aventaja en las encuestas a su oponente republicano para los comicios de noviembre, Bob Dole, ha hecho de la política internacional una baza fuerte para afianzar esa diferencia, según la internacionalista venezolana Vilma Petrásh.
Consalvi dijo que le ha causado asombro "el silencio de América Latina" ante el conflicto entre Colombia y Estados Unidos y opinó que "ya es tarde" para una solución eficaz.
"Nuestra sugerencia, para la que ya es tarde, fue que se reuniesen Colombia, Estados Unidos, México, Brasil, Panamá, Venezuela y algún otro país andino, donde son críticas la producción, el consumo o el tráfico de drogas", afirmó.
Esa reunión "debió producir un tratado para combatir a fondo, a sus bases fundamentales, al narcotráfico", pues "tratados genéricos y a menudo abstractos, como los adoptados en el marco de las Naciones Unidas, no conducen a soluciones", opinó el ex canciller venezolano.
La cancillería venezolana guardaba silencio mientras desde Washington llegaban informes sobre la sanción a Samper y desde Bogotá la reacción del gobierno colombiano, que se declaró "indignado" por el "grave precedente intervencionista".
La internacionalista Elsa Cardozo opinó que Venezuela debía expresar en alguna forma su protesta "por esa medida de irrespeto al pueblo entero de Colombia", la cual "no resuelve los problemas sino que polarizará aún más la política y a la sociedad colombiana".
El opositor socialcristiano Pedro Pablo Aguilar, presidente de la Comisión de Política Exterior del Senado, expresó en cambio una posición diferente.
"Venezuela debe guardar una actitud de respeto por dos países amigos, con los que queremos y debemos mantener las mejores relaciones", dijo Aguilar. (FIN/IPS/hm/ag/ip/96
