Hace dos años, Dong Lijuan fue efectivamente "retirada" de su trabajo en una fábrica de alfombras.
Dong, de 37 años, divorciada y con un hijo de 10, recibe el salario mínimo de subsistencia para quedarse en su casa al igual que otros 1.000 operarios que tampoco trabajan, si bien siguen en plantilla como empleados de la fábrica.
Los 25 dólares que le pagan mensualmente no cubren sus gastos y cada semana compra un boleto de 25 centavos para entrar en el centro distritual de empleo de Beijing Este y escrutar las ofertas para lograr un trabajo permanente. Hasta ahora no consiguió nada.
"Despues de estar sentada en casa por dos años, debo encontrar un empleo. A medida que mi hijo crece necesito más dinero", dijo Dong. "Es difícil para una mujer madura encontrar una posición. Siempre quieren mujeres jóvenes y bellas u hombres".
La transición china de socialismo a economía de mercado está llevando al desempleo a más mujeres que hombres. A medida que las fabricas estatales en crisis perdieron los subsidios oficiales y despidieron empleados, las mujeres de más de 35 años resultaron las más vulnerables, apuntó la Federación de Sindicatos de Toda China.
El 65 por ciento del creciente número de desempleados en China son mujeres, dieron cuenta las estadísticas de la organizacion laboral del gobierno.
En el pasado, el gobierno estableció igual paga por idéntico trabajo para todos los chinos. Despues que los comunistas asumieron el poder en 1949, millones de mujeres se unieron a la fuerza activa y fueron urgidas a luchar por iguales condiciones, si bien los hombres dominaban el gobierno y el Partido Comunista y, a menudo, quedaban rezagadas en las promociones.
"Emplear de nuevo a una mujer es mas difícil que a un hombre", reconoció Ma Shulang, directora del centro distritual de empleo de Beijing Este, que ahora tiene un servicio especial para trabajadoras en busca de un puesto.
"Cada vez más trabajadores buscan empleo y siempre menos unidades laborales quieren operarios. Cuando deciden reclutar a alguno, siempre prefieren a los hombres", dijo. Añadió que hasta ahora había colocado menos de un tercio de las 1.000 mujeres que se postularon el año pasado.
El desempleo está en aumento en China si bien la amplitud del problema no ha sido reflejada fielmente en cifras oficiales. El índice del 2,9 por ciento no incluye a millones de trabajadores enviados a casa, especialmente mujeres.
Durante el primer trimestre de 1996, mas de un cuarto de las 370.000 fábricas estatales chinas perdieron dinero, mientras las quiebras casi se duplicaron en el período de 1995, informó el Buró de Estadística.
Cerca de 41.000 compañías estatales en bancarrota suspendieron la producción a fines de 1995 y suspendieron los pagos a más de cinco millones de obreros y pensionados.
De los 147 millones de trabajadores urbanos en China, el gobierno admite que 40 millones necesitarán ayuda para conseguir nuevo empleo. Al final del siglo, habrá una caída de 16 millones de puestos de trabajo en las ciudades. Por encima de esto, 124 millones de desocupados en la campaña buscarán empleo, según cálculos oficiales.
Temiendo una marea de descontento social, el gobierno se ha precipitado a contener la ola de desempleo. Algunas organizaciones oficiales, incluyendo la Federación de Mujeres han lanzado servicios de formación e información laboral para sus afiliadas.
De todos modos, el problema se ha hecho tan agudo en algunas ciudades que los programas antipobreza, antes enfocados a las zonas rurales, tambien han sido introducidos para mujeres urbanas pobres.
El Banco Mundial informó que desde 1985, la reducción de la pobreza en China se ha frenado no obstante que la economía crece a un promedio del 10 por ciento anual. Los chinos pobres que subsisten con 30 dólares mensuales son tres veces más que los señalados en cifras oficiales, agregó la institución.
El llamado Proyecto Felicidad, iniciado en 1995 para obtener fondos que beneficiaran a las mujeres rurales, ahora se ha extendido tambien a las trabajadoras urbanas.
El programa, que brinda pequeños préstamos a madres para que desarrollen medios independientes de subsistencia, está lanzando un proyecto piloto en la ciudad industrial de Tianjin, al noreste de China, una de las más afectadas por el desempleo.
"La situación ha cambiado y ahora hay muchas mujeres pobres en las ciudades", dijo Shen Guoxiang, un funcionario de la Fundación para el Bienestar de la Población China. "En todas las ciudades hay matrimonios en que ambos cónyugues perdieron el empleo".
Si bien muchas mujeres despedidas desean encontrar nuevos puestos de trabajo permanentes, se ven obligadas a aceptar tareas menores que ofrecen poca seguridad, como el servicio doméstico.
"Antes se negaban a hacer el trabajo sucio, el más pesado. Ahora las obligaron a cambiar de idea y lo aceptan", señaló Ma, del centro de empleo. (FIN/IPS/tra-en/rc/cpg/ego/lb-pr).
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