CARIBE: Mucha charla y pocos resultados en cumbre de Caricom

Líderes de la Comunidad del Caribe concurrieron a su decimoséptima cumbre con la esperanza de resolver muchas cuestiones urgentes, pero al término de cuatro días de discusiones muchos asuntos seguían sin respuesta.

"Hubo señales mezcladas de fracasos y progresos, tácticas dilatorias y nuevas esperanzas", observó Ricky Singh, un analista económico que asistió al cónclave como observador.

Muchos de los temas puestos sobre la mesa este año no eran nuevos, sino se trataba de asuntos sobre los cuales los gobernantes han polemizado durante años sin adoptar una decisión definitiva.

Uno de los principales temas de la agenda que los líderes esperaban resolver fue aquel del mercado y la economía única, pero al final no hubo algún progreso y la propuesta volverá a ser considerada en la proxima cumbre de la Comunidad del Caribe (Caricom), el año próximo.

La reunión de Barbados debió fortalecer ciertos pasos ya dados para establecer un mercado único y, antes del encuentro, los gobiernos regionales fueron criticados por avanzar a paso de tortuga acerca del problema.

Los líderes respondieron a las criticas señalando que los obstáculos para un mercado y una economía única todavía eran innumerables. Caricom está trabada por una norma de votación unánime que exige la aprobación de decisiones por parte de todos los estados miembros.

Ha sido muy difícil lograr que todos los gobernantes se movieran hacia el mismo objetivo, dejando de lado consideraciones nacionales en favor de beneficios regionales.

El principal obstáculo de esta reunión consistió en el fracaso de los 14 fiscales generales para considerar y avalar revisiones al Tratado de Chaguaramas, que podría facilitar la creación del mercado único.

Si bien los líderes fracasaron en el problema del mercado único, hicieron ciertos progresos con la creación de un Fondo de Inversiones del Caribe (CIF) que debería aportar capitales por 50 millones de dólares a la región.

Los observadores dijeron que el dinero obtenido, sobre todo de inversores occidentales, llega en un momento de gran necesidad de la región. La ayuda occidental se redujo significativamente en el último trienio.

Por ejemplo, la ayuda estadounidense a la región declinó de 226 millones de dólares en 1985 a 22 millones el año pasado, mientras la asistencia desde Gran Bretaña y Canadá tambien disminuyó.

Otro tópico importante en la cumbre fue la necesidad de contrarrestar el creciente perfil del Caribe como trampolín del narcotráfico desde Sudamérica, debido a que los barones de la droga ya no pueden penetrar en Estados Unidos por las rutas tradicionales.

Como un 40 por ciento de los embarques de estupefacientes pasan por la región, los observadores apuntaron que Washington convenció fácilmente a los gobiernos caribeños de dar permiso a sus agentes de la agencia antidroga, DEA, para sobrevolar sus países y ordenar el aterrizaje de aviones sospechosos.

Algunos países en la región ya firmaron el acuerdo autorizando a los agentes de la DEA a vigilar el espacio aereo y las aguas regionales.

"Creo que debemos resignarnos a limitar en alguna medida nuestra soberanía para facilitar los intentos de capturar a esa gente (los traficantes)", dijo el primer ministro de Antigua y Barbuda, Lester Bird.

Basdeo Pandy, primer ministro de Trinidad-Tobago, dijo que la vieja percepción de soberanía debía ser arrojada por la ventana debido a las nuevas realidades, en su mayoría ligadas al poder de los barones de la droga y la falta de recursos de las pequeñas naciones insulares.

"Si no estamos preparados para sacrificar conceptos de soberanía que datan de los siglos XVII y XIX, perderemos realmente la soberanía a manos de los barones de la droga", previno.

El acuerdo propuesto por Washington, en sustancia, demanda a los pequeños estados insulares que dejen en manos de los agentes de la DEA la tarea policial contra el narcotráfico.

Muchos líderes regionales están preocupados acerca de la manera como se efectuó el pedido. Algunpos dicen que el arreglo fue escrito en Washington y luego dado a los gobiernos para que firmen.

"Todo es potencialmente riesgoso para nuestras poblaciones. Aunque estemos de acuerdo con el concepto, hasta que no obtengamos completas seguridades no firmaremos el acuerdo", expresó Manuel Esquivel, de Belice.

De los 14 miembros de Caricom, Guyana, Barbados, Jamaica, Dominica, Belice y Surinam rehusaron firmar el acuerdo cuando finalizó la cumbre. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/ego/ip).

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