La Organización de las Naciones Unidas (ONU) se opondrá a cualquier gobierno que ocupe el poder por la fuerza en Burundi, advirtió hoy el secretario general Boutros Boutros-Ghali tras la noticia del derrocamiento del presidente Sylvestre Ntibantunganya en ese país africano.
Boutros-Ghali confirmó que el ex Presidente Pierre Buyoya, un mayor retirado con gran apoyo del ejército, tomó el poder en Burundi. El secretario general advirtió que la futura situación del país es impredecible y que existe la posibilidad de un recrudecimiento de las luchas étnicas y políticas.
"Se trata de un golpe de Estado y no sé cuál será la actitud de los países de la región", manifestó, e insistió en la necesidad de enviar una fuerza militar internacional para pacificar a la nación centroafricana.
El mayor temor consiste en que el ejército, dominado por la minoría tutsi, adopte una línea dura contra los extremistas de la mayoría hutu, y que éstos se opongan al derrocamiento de Ntibantunganya, líder del principal partido hutu.
Unos 150.000 burundianos fueron muertos desde 1993, cuando el primer presidente hutu electo democráticamente fue asesinado durante un fallido golpe de Estado.
Pero dado que los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU permanecen divididos respecto del envío de una fuerza de pacificación, altos funcionarios del foro mundial insistieron en la convocatoria de una cumbre regional "para discutir formas de calmar la situación".
"La comunidad internacional no aceptará de forma alguna un cambio de gobierno por la fuerza o por cualquier otro medio ilegítimo en Burundi", declaró Sylvana Foa, portavoz de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/fah/yjc/ml/ip/96