Los países asiáticos han hecho progresos notables para mejorar la calidad de vida de sus niños en los últimos 30 años pero, a pesar de la prosperidad, todavía subsisten grandes parches de miseria.
Expertos en asuntos infantiles que participaron en un encuentro regional en Manila este martes, dijeron que no solamente se necesitan más recursos para el bienestar de los niños, sino tambien una mayor intervención de los medios de comunicación para convencer a los políticos de su vulnerabilidad.
Menores pobres, explotados u obligados a trabajar "recuerdan al mundo que el crecimiento económico no les ha brindado los beneficios de la prosperidad", apuntó Pratima Kale, directora regional de UNICEF para Asia Oriental y el Pacífico.
"Las situaciones de desigualdad a menudo pueden generar rabia, frustración y violencia si sus necesidades básicas o sus derechos no son satisfechas, y si no se vislumbra ninguna esperanza futura", declaró Kale durante la inauguración de la Cumbre Asiática sobre Derechos de la Infancia y los Medios.
Agregó que "visto desde esta perspectiva, el logro de los derechos del niño se convierte en un elemento importante para obtener un desarrollo socio-económico".
Los niños, especialmente aquellos de los nuevos países industrializados de Asia, se han beneficiado con la exitosa evolución regional porque la economía ha crecido un promedio de 8,2 por ciento entre 1981-1990 y alcanzará el siete este año.
"Los niños nacidos ahora tienen la posibilidad de vivir 26 años más que los nacidos hace medio siglo", apuntó Kale.
La mortalidad de menores de menos de cinco años decreció en el Este y Sudeste de Asia de 200 por cada 1.000 nacidos vivos en 1960 a 45 en 1994. El porcentaje de niños inmunizados contra enfermedades evitables mediante vacunas subió del 20 a comienzos de los '80 a más del 90 en 1995.
El enrolamiento en escuelas primarias aumentó del 50 por ciento en 1960 al 90 en 1994. Las posibilidades que las niñas vayan a la escuela mejoraron el 44 por ciento respecto a 30 años atrás.
Numerosos países en el Sur de Asia, que nuclean a los más pobres del mundo, están avanzando hacia la erradicación de la polios infantil, afirmó Rolf Carriere de UNICEF en Bangladesh.
El acceso al agua potable limpia sigue difundiéndose en el subcontinente y ya alcanzó al 75 por ciento de la población en India, Bangladesh y Pakistan el año pasado. La brecha de varones y mujeres para acceder a la educación tambien se está reduciendo.
Sin embargo, hay otras tendencias que no son notables, tragedias silenciosas pero permanentes como los 10.000 niños que perecen diariamente en India por males que se pueden prevenir. Carriere dijo que "son como las cifras de un terremoto, excepto que las muertes no ocurren en el mismo lugar y al mismo tiempo".
La desnutrición es otra sigilosa asesina de niños y permanece alta en Asia con el 22 por ciento. Las tres naciones surasiáticas – Bangladesh, India y Pakistán- agrupan a la mitad de los niños desnutridos en el mundo.
Por lo general, la gente piensa que Africa subsahariana es la que peor se encuentra en ese aspecto, pero por cada niño africano desnutrido hay casi tres en el Sur de Asia, apuntó Carriere. La proporción de niños desnutridos surasiáticos es del 51 por ciento comparado con el 31 de Africa subsahariana.
Muchos expertos coincidieron que las naciones asiáticas han alcanzado sus objetivos de mitad de la década para la niñez. También se encuentran entre los 187 países que ratificaron la Convención de la ONU sobre los Derechos de la Infancia.
Carriere observó que la ratificación de convenciones internacionales está lejos de ser suficiente. Señalo como ejemplo que la convención de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la explotación infantil "ha estado allí por años pero casi 60 millones de niños en el Sur de Asia están atrapados en tareas a tiempo completo".
Kale dijo que a pesar de su éxito en las recientes décadas, los gobiernos asiáticos necesitan concentrarse en aquellos niños que aún no se vieron beneficiados, especialmente los que necesitan protección especial.
Esto incluye a menores de areas urbanas y rurales pobres, aquellos que son explotados sexualmente, que trabajan en condiciones peligrosas o en las calles, y que consumen drogas o son niños refugiados.
En un momento de crecimiento económico que tiende a ensanchar la brecha del ingreso por persona, los niños no siempre disponen de sistemas adecuados de apoyo en forma de familias o comunidades.
"Esos niños, que se encuentran bajo presiones sociales, políticas y económicas ofrecen el mayor desafío a sus comunidades", indicó Kale.
Sin embargo, afirmó que mientras los gobiernos asiáticos invierten más en el bienestar infantil, deberían hacerlo "no como un acto de caridad sino reconociendo los derechos infantiles".
Por su parte, Carriere dijo que los medios, con su virtual alcance planetario, pueden ayudar a resolver esos problemas denunciando peligros y discriminaciones contra las niñas y prácticas culturales que conspiran contra el bienestar infantil.
"Los medios pueden contrarrestar la ignorancia y los falsos puntos de vista", aseveró.
Agregó que se trata de "la misma prensa que movilizó cuatro millones de dólares por la hambruna en Africa y ahora puede cambiar ciertas actitudes insalubres en Asia. Los medios son capaces de generar indignación moral para evitar esclavitud y apartheid".
La cumbre asiática se dispone a emitir una declaración sobre derechos de la niñez el viernes próximo. (FIN/IPS/tra- en/js/kd/ego/pr).
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