La incorporación de Birmania como observador a ASEAN es vista por los miembros de la agrupación como parte de un "procedimiento constructivo" que opta por la oriental modalidad de "susurrar en lugar de gritar", frente al intento de Occidente de imponer sanciones.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Warren Christopher, advirtió este martes al Foro Regional de seguridad de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, que la negativa de la junta militar de Birmania a dialogar con la oposición "aumenta las posibilidades de inestabilidad, derramamientos de sangre y migración interna y externa".
El foro de ASEAN recibió a los cancilleres de Australia, Canadá, Corea del Sur, Estados Unidos, Japón, Nueva Zelanda y la Unión Europea.
El debate sobre el camino hacia la democratización en Birmania se reabrió tras la decisión de otorgar al país asiático el estatuto de observador, tomada el fin de semana durante la reunión de ministros de ASEAN. La medida podría llevar a Rangún a la integración completa en el 2000.
Los siete miembros de ASEAN afirman que tienen el mismo deseo que Occidente de ver más libertades en la atmósfera política birmana, pero adoptan un enfoque propio.
"Birmania es parte de la familia de ASEAN, y cuando formas parte de la familia, siempre puedes hablar en el mismo tono de voz. Puedes susurrar, y serás oído", dijo el canciller de Filipinas, Domingo Siazon.
"Pero si no estás dentro de la casa, debes gritar para ser escuchado. Muchos países que no son del Sudeste Asiático, gritan para ser escuchados", sostuvo.
ASEAN fue objeto de intensas presiones y críticas de países occidentales que buscan una línea más dura contra la junta militar de Rangún, denominada Consejo Estatal de Restauración de la Ley y el Orden, en especial tras la represión a la oposición demócrata liderada por la premio Nobel de la Paz de 1991, Aung San Suu Kyi.
Christopher dijo que "la participación de Birmania en el Foro Regional y una relación más cercana con ASEAN hace más importante que el proceso de reconciliación se mueva hacia adelante, y no hacia atrás".
Preocupaciones similares fueron expuestas por el canciller de Irlanda, Dick Spring, presidente del consejo de ministros de la UE, cuyas reuniones con autoridades oficiales esta semana son las primeras desde 1994.
Los países europeos, liderados por Dinamarca, intentaron imponer sanciones económicas contra Birmania, tras la muerte en prisión el mes pasado del cónsul honorario en Rangún de cuatro naciones europeas.
El canciller de Canadá, Lloyd Axworthy, quien este martes se reunió con el canciller birmano, U Ohn Gyaw, también dijo que resulta claro que a este punto las sanciones no tendrían resultado sin la cooperación de los países asiáticos.
El comercio europeo con Birmania es de sólo 50 millones de dólares al año, muy por debajo de las cifras del intercambio con los asiáticos.
Los integrantes de ASEAN (Brunei, Filipinas, Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Vietnam) sostienen que los lazos formales del grupo con Brimania pueden ser un canal que estimule a las autoridades a permitir una mayor democracia.
Siazon, quien el domingo mantuvo conversaciones con autoridades birmanas, dijo que "no se puede elegir a los vecinos, no se puede sacar a Brimania fuera de la región. Por lo tanto, hay que buscar una forma armónica de convivir, para asegurar la estabilidad política del Sudeste Asiático".
Birmania se convirtió en un paria internacional después que la junta tomó el poder en 1988 y lanzó una violenta ofensiva contra los manifestantes demócratas. Realizó elecciones generales en 1990, pero se niega a reconocer la aplastante victoria de Suu Kyi y su partido.
Nuevo optimismo siguió a la liberación de Suu Kyi en julio de 1995, tras seis meses de prisión domiciliaria, pero el llamado al diálogo de la premio Nobel no ha sido escuchado. (FIN/IPS/js/cpg/lp/ip/96