Por primera vez, los soldados israelíes no patrullaron las calles de esta ciudad cuando los palestinos inauguraron su Cuarto Festival Palestino Internacional, finalizado hoy.
Este hecho creó un estado de ánimo acorde al sentimiento nacionalista y la excitación reinantes durante la actuación de grupos locales e internacionales desde la inauguración del festival, el 21 de junio.
El festival estuvo patrocinado por el Banco Arabe, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Arab Insurance Co. y una fundación de Emiratos Arabes Unidos con sede en Ginebra llamada Instituto de Cooperación.
En la noche inaugural, mujeres jóvenes desfilaron entre el público con vestidos tradicionales de las distintas regiones de Palestina.
La ceremonia de apertura estuvo marcada por referencias a los prisioneros políticos en cárceles israelíes, la futura independencia de la nación y la lucha del pueblo palestino por un estado propio.
Cantantes, bailarines y un guitarrista locales actuaron en la noche inaugural ante un numeroso público en el Primer Club Social de Ramallah, una institución cultural y deportiva del centro de la ciudad.
La atmósfera del festival era similar a la reinante en las calles de Ramallah, donde la vida nocturna resurgió desde que las fuerzas israelíes abandonaron la ciudad, en diciembre, en cumplimiento con los acuerdos de paz negociados en Oslo.
Este festival se diferenció de los tres anteriores por la falta de temor, destacaron los organizadores, quienes señalaron que aunque los soldados israelíes nunca llegaron a entrar al sitio de los espectáculos, la gente tenía presente esa posibilidad.
"Antes, la gente sentía que los israelíes podían ingresar en cualquier momento e interrumpir el espectáculo, en cambio ahora es mucho mejor", manifestó Iman Hamouri, uno de los organizadores del evento.
Este año, el público pudo relajarse y disfrutar de la actuación de artistas locales e internacionales. La banda de percusión inglesa Mangrove deleitó a la audiencia con una mezcla de viejas baladas y reggae, mientras Chico y los Gitanos, una banda francesa, ofreció canto y guitarra.
Dos grupos de canto y danza de Galilea trajeron un toque de folclore palestino a la fiesta, y Takis Biniaris, un famoso cantante griego conocido por su participación en la versión griega de la ópera-rock "Jesucristo Superstar", brindó a la audiencia sus tonadas nativas.
El coro de la diáspora palestina Abbad Ash-Shams cantó temas nacionalistas sobre su madre tierra y la lucha por la independencia. Creado en 1988 en Egipto con la ayuda del reconocido músico egipcio Jamal Attiyeh, el grupo ganó su primer premio en el concurso de córos árabes de la Opera de El Cairo, en 1994.
También participaron orquestas y cuerpos de baile de Noruega, Francia, Alemania, Túnez y España, así como bailarines tradicionales palestinos.
Lo más destacado del festival fue Al-Fanoun, el grupo de danza folclórica palestina que ganó fama desde sus comienzos en Gaza y Cisjordania, en 1979. Durante la "intifada", o sublevación de siete años contra el dominio israelí, el grupo simbolizó la resistencia cultural palestina a la ocupación.
Iniciado como una expresión del nacionalismo palestino, el festival anual comenzó a incluir artistas internacionales en 1993 tras la firma de los acuerdos de paz entre Israel y la Organización para la Liberación de Palestina.
Pronto se transformó en una forma de fortalecer el patrimonio cultural para los palestinos de Gaza y Cisjordania y también para los nacionalizados israelíes, más allá de la "línea verde".
"Los palestinos tenemos una larga historia y un patrimonio cultural único, y esta es una forma de expresarlo", dijo Hamouri, un miembro de Al-Fanoun, al explicar cómo comenzó la idea del festival.
Se estima que unas 50.000 personas asistieron a esta celebración nacional, que refleja la apertura y el optimismo de una nueva era de paz. (FIN/IPS/tra-en/dh/fn/ml/cr/96