La fuerte demanda ética, asociada al objetivo de una administración racional y eficiente, determinó este domingo la derrota del oficialismo en la capital argentina, donde la oposición se repartió los triunfos.
El modelo económico parece agotarse como bandera de campaña política. El senador Fernando de la Rúa, de la opositora Unión Cívica Radical (UCR), es el primer intendente electo en la historia de Buenos Aires, el segundo distrito electoral y el tercer presupuesto del país, comenzando por el que maneja el gobierno de la República.
"La gente pidió más moralidad, honestidad y una administración eficiente", declaró este lunes el ganador, que obtuvo 39,8 por ciento de los votos emitidos y devolvió a la UCR esperanzas de recuperación después de una seguidilla de derrotas y de situarse tercera en las presidenciales de 1995.
Las principales figuras del gobierno nacional miraron a otro lado. El ministro de Economía, Domingo Cavallo, que emergió como chivo expiatorio del tercer puesto conseguido con gran costo por el candidato del gobierno, se fue a Canadá.
Aunque el juicio al modelo económico conducido por Cavallo no fue determinante del resultado electoral. La prioridad de los votantes fue, esta vez, el reclamo ético, por encima de demandas de orden económico o social.
El 34 por ciento de los votantes confesó haber apoyado a De la Rúa por ser "el mas honesto", y otro cinco por ciento, "para combatir la corrupción".
También 31 por ciento de los que votaron al segundo, el socialista Norberto La Porta, del opositor Frente País Solidario, (Frepaso) escogieron a su candidato por su imagen de político honesto y con el propósito de convertirlo en gladiador contra la corrupción.
La Porta consiguió 26,5 por ciento de los votos, pero el Frepaso logró el triunfo en la paralela elección de la Convención Estatuyente de la ciudad.
La senadora Graciela Fernández Meijide, candidata del Frepaso, obtuvo 34,7 por ciento de los sufragios para la elección de los 60 estatuyentes y superó por más de siete punto a la lista presentada por la UCR.
Fernández Meijide, cuya imagen crece cada día en las preferencias del electorado de Buenos Aires, interpretó este lunes el voto popular como el pedido a los dirigentes de que "hagan, pero no roben".
La frase se contrapone a un principio tácito que, a juicio de la oposición, mueve a algunas figuras del oficialismo: "Robamos pero también hacemos".
De la Rúa y La Porta superaron al actual intendente, Jorge Domínguez, quien sólo reunió 18,6 por ciento de los votos. La oposición aseguró que Domínguez, el último en la serie de intendentes designados por el Poder Ejecutivo, tuvo un decidido apoyo del gobierno nacional y gastó 15 millones de dólares en su campaña.
"No sé porque perdió el Partido Justicialista. La capital nunca estuvo tan linda como ahora, nunca pusimos tanta plata (dinero) en un lugar como lo hicimos en la capital", confesó sorprendido el presidente Carlos Menem.
La fiebre de realizaciones del jefe comunal en los últimos seis meses tuvo efecto negativo en el electorado, según coincidieron este lunes los analistas políticos.
Así mismo, Domínguez fue el úico candidato que se negó a declarar su patrimonio personal ante la organizació no gubernamental Poder Ciudadano. El intendente saliente argumentó que su vida privada no debía mezclarse con la pública.
El cuarto puesto fue para Gustavo Béliz, ex ministro del interior de Menem. Béliz renunció a su cargo con fuertes críticas a la falta de transparencia en la gestión gubernamental, y sus discrepancias se refieren más a los métodos que al programa económico de la administración, al que aún respalda en lo esencial.
Béliz conformó en cuatro meses su propio partido y su candidatura fue reconocida por 13 por ciento del electorado, un porcentaje nada desdeñable para una propuesta nueva desprendida del Partido Justicialista.
En conjunto, De la Rúa, La Porta y Béliz suman casi 80 por ciento de los sufragios. El modelo económico de estabilidad parece as agotarse como muletilla para ganar elecciones, al menos en Buenos Aires.
Menem intentó relativizar el resultado, al explicar que el distrito de la capital no es cautivo de ningún partido. Pero, como señaló este lunes el analista Natalio Botana, el justicialismo había conseguido seducir a la mayoría de ese electorado independiente en 1991 y este domingo no pudo repetir aquel resultado.
En cuanto al vencedor De la Rúa, su figura parece destacarse a entre los dirigentes de la UCR, aunque los observadores advierten que aún es muy pronto para augurar su proyección al plano nacional para ser candidato a la presidencia en 1999.
Desde 1973 a la fecha, De la Rúa triunfó las seis veces que se postuló a cargos legislativos por la capital, pero esta es la primera ocasión en que consigue el voto mayoritario para una tarea ejecutiva.
"El pueblo se siente defraudado por esta política de frivolidad y bandidaje y nos está dando una oportunidad de demostrar que se puede ser honesto y eficiente", interpretó el vencedor en la primera oportunidad que tuvo de reunirse con sus simpatizantes.
Mientras, el Frepaso, que nació en 1991 en la capital con cinco por ciento de los votos, consiguió mantenerse en la escena política, más por la imagen de su candidata a la Convención Estatuyente que por la confianza de población en su capacidad para la gestión administrativa.
El Frepaso logró el segundo lugar en las presidenciales de 1995, cuando fue reelecto Menem. Pero la crisis entre los que fueron integrantes de la fórmula, Jos Octavio Bordón y Carlos Alvarez, afectó su proceso de crecimiento.
Así y todo, con el segundo puesto, el Frepaso confirmó que tiene resto para proyectarse como alternativa, siempre y cuando pueda demostrar que, además de ser oposición sabe ser gobierno. Por ahora, el electorado se ha inclinado nuevamente por uno de los dos partidos tradicionales. (FIN/IPS/mv/ff/ip/96)