ARGENTINA: Alivio, preocupación y temor ante despido de Cavallo

"Ojalá (mi salida) sirva para mostrar la fortaleza del modelo" económico, expresó hoy el ex ministro de Economía de Argentina Domingo Cavallo, un desocupado más en un país que, ante su alejamiento, se debate entre el alivio y la preocupación por los asuntos pendientes.

El plan económico vigente desde hace mas de cinco años sigue, pero ahora sin su mentor. Habrá que ver si está suficientemente consolidado para emanciparse de su timonel y aceptar la conducción más ortodoxa del presidente del Banco Central, Roque Fernández.

Palabras más o menos, esa es la expectativa de analistas que aguardan al lunes para medir el impacto que el relevo tendrá en los mercados. La destitución de Cavallo, concretada el viernes, provocó un estruendo, a pesar de haber sido sugerida varias veces por las disputas del ahora ex ministro con el presidente Carlos Menem.

Fernández, que comenzó este sábado la tarea de selección de colaboradores, ocupaba desde hacía cinco años el sitio desde donde se garantiza que cada peso que circula en la economía argentina es respaldado por un dólar, como lo exige el llamado plan de convertibilidad del peso.

El dato fue una señal fundamental para inversores locales y del exterior.

"El modelo sigue porque es el modelo del mundo y porque demostró ser exitoso, pero en ese marco caben discusiones y yo creo que Fernández va a apuntar (combatir) a la evasión tributaria y al déficit fiscal", pronosticó el economista Juan Alemann.

De esa manera, Alemann planteó uno de los principales desafíos que deberá enfrentar el nuevo ministro de Economía. Equilibrar las cuentas fiscales que alcanzaron un déficit de más de 2.500 millones de dólares en el primer semestre del año, un desbalance muy superior al previsto ante el Fondo Monetario Internacional.

La salida de Cavallo fue vivida con una mezcla de alivio, temor, preocupación y satisfacción. Esa mezcla de sentimientos contradictorios, a veces en una misma persona, se manifestó en una marcha realizada el viernes para protestar contra el modelo, convocada por los sindicatos opositores al gobierno de Menem.

Después de sus primeras reacciones de júbilo, los participantes en la marcha declararon que el alerta continúa por la continuidad que representa Fernández, un dato que da la razón a quienes buscan calmar la incertidumbre de los inversores.

Distintas encuestas de opinión señalaron esta semana un alto índice de pronunciamientos contrarios a Cavallo. Ese resultado significó un viraje de opinión, ya que, aunque fuera a regañadientes, la mayoría había sostenido al ministro por considerarlo garante de la estabilidad.

Las primeras señales adversas fueron emitidas hace un mes por la población de Buenos Aires que, llamada a elegir a su intendente, se decantó por amplio margen a favor de propuestas alternativas. En efecto, el oficialismo fue rechazado por 80 por ciento del electorado de la capital.

Muchos pidieron entonces la renuncia del ministro de Economía, pero Menem trasladó una vez más al futuro la solución del problema.

El persistente desempleo (17,1 por ciento), la espera del crecimiento que no llega y el déficit fiscal, combatido con un ajuste que pagan los asalariados, tuvieron mayor gravitación sobre la población que la deuda de gratitud hacia el responsable del triunfo sobre la hiperinflación.

Las disputas entre Menem y Cavallo, que comenzaron a trascender en 1994, se hicieron "insostenibles", según coinciden los observadores. "Cavallo fue un gran ministro, pero últimamente se 'desubicó'. No puede atropellar al presidente, ni tomar medidas sin consultar" a Menem, lamentó Alemann.

Por eso, el alivio también alcanza a Menem, que en los últimos días se mostraba tenso por los choques con su ministro, que no ocultaba sus ambiciones de suceder al presidente en 1999.

Cavallo sería candidato a la presidencia o a la vicepresidencia en 1999, en una fórmula completada por el ex gobernador de la norteña provincia de Tucumán, Ramón "Palito" Ortega, aunque todavía no definida en cuanto al lugar que corresponderá a cada aspirantes.

Una vez superado el impacto del recambio, los problemas continúan y ni los empresarios ni los trabajadores creen que el empleo aumentará con el nuevo ministro, ni que el crecimiento recuperará los valores de los primeros años de la convertibilidad, cuando llegaba en promedio a ocho por ciento anual.

La Confederación General del Trabajo, afín al gobernante Partido Justicialista (Peronista) confirmó la convocatoria a paro general para el 8 de agosto. "La huelga no era contra Cavallo sino contra las medidas que él dispuso, y esas medidas seguirán con Fernndez", explicó el secretario general de la central sindical, Gerardo Martínez.

Durante los últimos dos años, signados por el desgaste de la relación entre el presidente y su ministro de Economía, la sociedad argentina, los inversores externos y el propio gobierno manifestaban un comportamiento de "Cavallo-dependencia", según los analistas.

"Si Cavallo se va, se abre el abismo", era el mensaje subliminal con el que el ministro presionaba a unos y otros. Ahora, Menem, que ve cada vez más erosionada su imagen a causa de una gestión económica que no acertaba en dar respuesta a la crisis, se ha arriesgado a deshacerse del hombre que parecía imprescindible.

Habrá que ver si el modelo económico tiene madurez como para independizarse de su creador y si efectivamente, como confían los expertos, Fernández puede lograr el comienzo de la recuperación.

Por lo pronto, Cavallo dijo este sábado que su sucesor "es un gran economista y una persona excelente", un respaldo que también expresaron algunos colaboradores del ministro saliente, pese a su decisión de abandonar el barco junto al capitán. (FIN/IPS/mv/ff/ip if/96

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