AMERICA LATINA: Meta de crecimiento enfrenta masivo éxodo rural

La meta de incrementar la producción agrícola en al menos tres por ciento anual impulsada por FAO es un verdadero desafío para los países de América Latina y el Caribe, ante la realidad del masivo éxodo rural.

La situación agrícola y alimentaria en la región está estrechamente relacionada con las decisiones políticas y económicas que se tomen en el futuro inmediato para solucionar el problema de la estabilidad y el bienestar de las familias campesinas.

Paraguay, país anfitrión de la Conferencia regional latinoamericana de FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación) que finaliza este sábado, fue citado en este sentido por los técnicos del organismo como un ejemplo que se repite en el resto de los países del continente.

El campesinado paraguayo sufre una creciente pérdida de productividad e ingresos, lo que conduce a una crisis pronunciada del sector agrícola, resultando insuficiente la producción rural para mantener a la población en aumento, reconoció un informe del Ministerio de Agricultura.

Según FAO, el cumplimiento del objetivo de la seguridad alimentaria en América Latina y el Caribe depende en última instancia de que los trabajadores pobres del campo sean más productivos y reciban una mejor remuneración por su trabajo, con el fin de evitar el éxodo a las ciudades.

El ministro de Agricultura de Paraguay, Juan Alfonso Borgognon, dijo que el gobierno del presidente Juan Carlos Wasmosy hará el mayor esfuerzo posible para alcanzar la meta establecida por FAO, pese a que el país enfrenta una fuerte migración campo-ciudad.

En los últimos 10 años, la producción agrícola paraguaya se ha estancado, salvo en el caso de la soja y el trigo, cultivos empresariales desarrollados en forma mayoritaria por colonos extranjeros.

La crisis de la agricultura tradicional paraguaya, afectada por el minifundio y la baja productividad, se evidenció en la caída de la producción de algodón en 110.000 toneladas en este año respecto del anterior, lo que mermó considerablemente el ingreso de la población campesina.

En estas condiciones, se hace muy difícil cumplir no sólo con la meta de aumentar la producción agrícola en términos de tres por ciento anual, sino también la tarea de producir más alimentos, con la finalidad de salir de la condición de país importador neto de alimentos, según el analista Lino Morel.

El experto considera que se impone la adopción de medidas urgentes para relanzar el algodón mecanizado, un plan nacional de la caña de azúcar y la reformulación de los cultivos hortícolas, con miras a enfrentar la creciente competencia de productos similares de los restantes países del Mercosur.

El director general de Planificación del Ministerio de Agricultura, Ronaldo Dietze, señaló que Paraguay es el país del cono sur de más alta ruralidad, ya que 49 por ciento de la población vive y trabaja en el campo.

Además, el sector agropecuario y forestal, principal fuente de trabajo de los habitantes rurales, aporta 26 por ciento del producto interno bruto (PIB).

Dietze reconoció que la realidad no es tan alentadora, según informes de la Secretaría Técnica de Planificación, que demuestran que alrededor de 76 por ciento de las familias rurales se encuentra en distintos niveles de pobreza.

El funcionario paraguayo añadió que el sector rural enfrenta una serie de obstáculos que traban su desarrollo, entre los que mencionó el bajo ingreso del productor campesino y la falta de creditos, que cada vez se hace más crítica.

A esto se añade la mala distribución de la tierra, factor que es responsable de los principales aspectos negativos de la situación campesina actual en Paraguay, apuntó Dietze. (FIN/IPS/ct/ag/dv/96

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe