Costa Rica y Noruega firmaron este viernes el primer acuerdo mundial para la fijación de dióxido de carbono (CO2), por un monto de dos millones de dólares.
Noruega pagará ese monto al país centroamericano a cambio de la fijación de 200.000 toneladas de CO2 en áreas reforestadas.
La transacción se da en el marco de acuerdos contemplados en la Convención de Cambio Climático de 1992, que establece enbtre otros puntos un flujo de dinero de países desarrollados (los primeros responsables de la contaminación) hacia uno del Sur por servicios ambientales.
Según informó el ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, René Castro, en el acuerdo de San José participan empresas privadas noruegas y pequeños reforestadores costarricenses.
Costa Rica, con 1,2 millones de hectáreas de bosque protegidas y 400.000 en manos privadas, tiene una gran ventaja comparativa para acuerdos de este tipo: la gran cantidad de árboles, que son receptores de carbono.
El monto total pagado por Noruega, que establece un precio de 10 dólares por tonelada de carbono "secuestrado" de la atmósfera, equivale al 25 por ciento de los fondos asignados por el país centroamericano a programas de reforestación.
El ministro señaló que mientras continúa el debate internacional sigue sobre cuánto carbono pueden fijar los bosques y sobre los estándares internacionales en este tipo de transacción, Costa Rica y Noruega están negociando estas medidas bilateralmente.
"Costa Rica está definiendo los estándares bilateralmente, de la misma forma en que se ha ido construyendo el libre comercio, mientras llega un consenso mundial sobre el tema. Queremos ir varios pasos adelante y no paralizarnos en espera de que llegue la norma mundial", afirmó Castro.
La expectativa de Costa Rica es que a partir del año 2000 pueda vender servicios ambientales por un monto anual de 120 millones de dólares.
Paralelamente, Castro informó que este viernes se firmó en Ginebra -en el marco de la segunda conferencia de las partes de la Convención de Cambio Climático- un acuerdo de entendimiento entre Costa Rica y Alemania para explorar un convenio similar al alcanzado con Noruega.
El paíss europeo está interesado en contratar servicios ambientales no sólo con Costa Rica sino con toda América Central, señaló.
La transacción acordada con Noruega permitirá a Costa Rica financiar un Fondo de Carbono, que será el encargado de verificar los programas de reforestación contra los cuales el país emitirá títulos de fijación de CO2.
En un comienzo esos títulos se venderán bilateralmente, pero se espera poder colocarlos en las bolsas de valores internacionales.
Se estima que con los recursos aportados por Noruega y fondos locales provenientes de un impuesto a los combustibles se financiará la restauración y protección de 22.345 hectáreas de bosques naturales y la plantación de cerca de dos millones de árboles por pequeños productores.
Cada productor recibiría aproximadamente 50 dólares por año por hectárea reforestada. (FIN/IPS/mso/dg/en/96)
