En los primeros 30 años del siglo XXI se producirá una sevra crisis alimentaria en el mundo si los organismos financieros internacionales no canalizan mayores recursos hacia el sector agropecuario.
La advertencia fue lanzada en Uruguay por Jaques Diouf, director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), quien partió este martes hacia Paraguay.
Diouf realiza una gira por América Latina para sentar las bases de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que se celebrará en Roma entre el 13 y el 17 de noviembre. El presidente uruguayo Julio Sanguinetti es miembro del comité patrocinador de esa conferencia.
La cumbre reunirá por primera vez en 50 años a los jefes de Estado y de gobierno, con el propósito de buscar soluciones para mejorar la situación alimentaria.
Actualmente no tienen acceso a alimentos 850 millones de personas, de los cuales 200 millones son niños menores de cinco años.
En Uruguay, un país de 3,1 millones de habitantes cuyas exportaciones tienen una participación de 80 por ciento del sector agropecuario tradicional y sus industrias derivadas, Diouf insistió con una advertencia en la que FAO ha puesto especial énfasis.
La FAO estima que la población del mundo aumentará en 3.000 millones de personas para el 2030, lo que hará necesaria una mayor producción de alimentos en forma sostenible.
Uruguay presenta en materia de alimentos "un panorama atípico, contrario al de la mayoria del mundo", comentó Diouf a funcionarios del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, quienes le señalaron la situación local.
El gobierno uruguayo espera que el producto interno bruto del sector agropecuario aumente 25 por ciento hasta el 2.000, a una tasa anual de cuatro o cinco por ciento.
La producción de carne vacuna, tradicional baluarte de la economía uruguaya, esta dando claras señales de crecimiento. En 1995 registró el mayor guarismo de la historia, al situarse 29 por ciento por encima del promedio de los últimos 30 años.
La producción agrícola, tradicionalmente más debil, también crece progresivamente, en particular en rubros como el arroz, el trigo y la cebada.
Pero este panorama que el gobierno uruguayo considera alentador para su futuro no significa que pueda prescindirse de las inversiones.
Diouf puso énfasis en señalar la necesidad de aumentar la inversión en el sector agropecuario, porque muchas naciones la redujeron mientras la población iba en aumento.
"Se requiere incrementar la producción de manera sostenible, sin destruir los recursos naturales", dijo el experto.
Añadió que en algunas naciones es necesario cambiar la tecnología, especialmente donde se utilizan insumos contaminantes.
El director general de la FAO indicó que es necesario tomar medidas para mejorar la competitividad internacional, aunque teniendo en cuenta que las políticas de subsidio han creado una sitación difícil, especialmente en el mundo en desarrollo.
Para todos estos cambios en la escenografía agropecuaria universal, los organismos financieros multilaterales tendrán el principal papel.
Esos organismos, que en los pasados cinco lustros volcaron la mayoría de sus recursos a otras actividades, deberán inclinarse hacia el sector agropecuario, como parecen haberlo comprendido, dijo Diouf.
Agregó que la producción agrícola mundial ha aumentado, pero la inversión cayó.
En 1996 "tendremos una situación mundial deficitaria en materia de granos, cuyos precios aumentaron casi 75 por ciento", mientras "las reservas se sitúan en 12 por ciento de la demanda anual, cuando el mínimo debería ser de 18 por ciento", señaló Diouf.
También destacó que los países en desarrollo, que cuentan con los recursos naturales necesarios, han aumentado su demanda de productos agrícolas y no utilizan la tecnología ni los insumos al mayor grado posible.
Convocados por la FAO, ministros y expertos de 33 países latinoamericanos y del Caribe comenzaron este martes en Asunción una reunión de cinco días para coordinar las propuestas a presentarse a cumbre de Roma. (FIN/rr/ff/dv/96)
