ALEMANIA: Globalización rompe muros, según diputado chileno

La globalización de la economía está derribando "una especie de muro de Berlín" que existía entre los países del Norte y del Sur, afirmó en Alemania el diputado chileno Jorge Schaulsohn, presidente del gobernante Partido por la Democracia (PPD).

La globalización promueve una "revolución de oportunidades, sobre todo para países emergentes como Chile y el resto de América Latina. Esto es, la posibilidad de integrarse a la economía mundial", explicó Schaulsohn.

La conquista de los mercados europeos es la gran oportunidad de las naciones latinoamericanas. "Tenemos economías flexibles, dinámicas, livianas, capaces de competir en los mercados mundiales: ese es el camino y esa debe ser nuestra preocupación fundamental", dijo el diputado.

"Europa está obligada a salir al mundo a competir. Por primera vez, países de economías más pequeñas pueden exportar sus productos, sus servicios y pueden participar del mercado mundial", agregó.

Schaulsohn finalizó esta semana una gira por Europa junto al senador Sergio Bitar y el ex ministro secretario general de Gobierno, Víctor Manuel Rebolledo, también miembros del PPD.

El objetivo principal de la gira de los tres dirigentes chilenos fue "tomar contacto con los partidos políticos de la Internacional Socialista" en España, Italia, Gran Bretaña y Alemania, informó Schaulsohn.

Los visitantes buscaban "tener un diálogo político, dar a conocer el proyecto de nuestro partido e intercambiar experiencias acerca de cómo se enfrenta la globalización, tanto en Europa como en Chile", puntualizó.

Mientras, Bitar señaló que "la globalización es inevitable, y no puede ser cuestionada. Hay que sumarse a ella. Estamos frente a un proceso internacional creciente de interacción".

Al respecto, el presidente alemán Roman Herzog advirtió que "en ningún caso lograremos solucionar el problema (de la globalización) si cerramos los portones de la fortaleza Alemania a la sociedad de la información".

Por su parte, Hans-Olaf Henkel, presidente de la Federación de Industrias Alemanas, opina que "la sociedad de la información no sólo expone a los empresarios a una competencia global, sino que también involucra a las naciones".

Es así como Klaus Kinkel, ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, propone una labor conjunta entre el gobierno y los empresarios para lograr un mejor acceso a los mercados emergentes.

Para Schaulsohn la situación es clara: "Europa está enfrentando la competencia de países que hasta hace poco tiempo eran marginales".

Entre los efectos de la globalización en Alemania se cuentan el aumento del desempleo y la exportación de capitales.

Gran parte de las actividades empresariales se trasladan al extranjero y las medidas de ajuste tomadas por el sector privado para evitar la pérdida de ganancias y en algunos casos, para ahuyentar el riesgo de quiebra, comprenden el despido masivo de personal.

El desempleo no ha podido ser absorbido por el mercado laboral alemán. En mayo, 11,1 por ciento de la población económicamente se hallaba desocupada.

Presionadas por la globalización y la competencia, varias empresas alemanas han emigrado al exterior para eludir un oneroso régimen tributario y en busca de mano de obra barata.

"El gran dilema y debate que uno ve en Alemania consiste en cómo flexibilizar la economía y reducir un poco algunos costos adicionales, pero al mismo tiempo cómo fortalecer la capacidad tecnológica y científica para generar más ocupación" , dijo Bitar.

En cambio, para América Latina "el gran desafío es tener una economía competitiva, pero al mismo tiempo ir incorporando niveles de protección adicional a los trabajadores", agregó el senador chileno.

A su juicio, las soluciones serían la mayor participación de los trabajadores en la productividad de la empresa y una mejor capacitación y educación de la población.

Klaus Bodemer, director del Instituto de Estudios Iberoamericanos, de Hamburgo, piensa que América Latina debe mejorar su sistema educacional para poder estar en condiciones de competir.

"Hay que cambiar la estructura política. Se deben tener más fondos, adoptar medidas de readaptación profesional e invertir mejor en la educación, tanto universitaria como escolar", señaló Bodemer.

Para lograr una "capacidad de competencia sistemática", Bodemer propone "integrar a todos los actores en la política". En su opinión, el mejoramiento de la competitividad incumbe a todos los sectores sociales, desde el Estado hasta los movimientos ciudadanos y empresarios.

América Latina debe "encontrar los nichos del mercado mundial, y crear un equilibrio entre el Estado y el mercado, sin reducir demasiado el Estado", agregó.

En este sentido existe un gran problema en los países latinoamericanos: el creciente alejamiento de la política del ciudadano común, que entrega esa responsabilidad a tecnócratas."Esto puede llevar a una desestabilización democrática", alertó Bodemer.

"Además, el sector informal, crece de una forma dramática, incluso en países en los que no tenía peso social, como Costa Rica y Uruguay", indicó el investigador.

En cualquier caso, Bodemer observa que crece la importancia de América Latina ante el gobierno y los empresarios alemanes. (FIN/IPS/mr/ff/if/96

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