El intercambio comercial germano- latinoamericano totalizó el año pasado 22.445 millones de dólares, creciendo gloabalmente por encima del siete por ciento, señala un informe publicado por el Banco Germámico de América del Sur (DSB).
En el comercio bilateral, el país europeo registró un superávit de 2.551 millones de dólares a favor de Alemania.
Las exportaciones alemanas a América Latina y el Caribe experimentaron en 1995 un incremento de 10,8 por ciento, alcanzando 12.948 milliones de dólares.
Las ventas latinoamericanas y caribeñas al país europeo se acrecentaron a su vez 5,2 por ciento, situándose en 9.947 millones de dólares.
Las inversiones directas alemanas en el subcontinente crecieron entre 1994 y el año pasado en 2.487 millones de dólares, sumando 17.160 millones de dólares.
La Asociación Alemana de Cámaras de Industria y Comercio (DIHT) informó este lunes que las inversiones directas realizadas por alemanes en el extranjero alcanzaron en 1995 la cifra récord de 32.000 millones de dólares.
En 1996 el ritmo de crecimiento de esas inversiones se enlentecerá pero la tendencia seguirá siendo al alza, señaló.
Según ese documento, 53,62 por ciento del total de las inversiones alemanas directas en el exterior en 1995 se concentró en los países latinoamericanos y del Caribe, entre los cuales destaca Brasil, con 9.686 millones de dólares.
Las altas tasas de crecimiento económico y la moderada inflación vuelven a hacer de América Latina y el Caribe un punto de atracción para los inversionistas extranjeros, considera por su lado el DSB.
La mayor estabilidad macroeconómica de la región es el resultado de "un consistente proceso de reformas económicas", indica.
De acuerdo al banco, la crisis mexicana de 1995 fomentó la corrección de tendencias erróneas de la economía regional. América Latina respondió a la crisis financiera "no con resignación sino con una aceleración de las reformas económicas", destaca.
El refinanciamiento de la deuda externa privada y comercial hio posible por otra parte que la mayoría de los países latinoamericanos redujeran en 1995 sus déficit públicos y estabilizaran sus precios internos.
Así, por ejemplo, Argentina, Brasil y México vuelven a estar actualmente en condiciones de satisfacer sus necesidades de liquidez en el mercado internacional a condiciones aceptables.
Las ventas germamas hacia Brasil en 1995 se acrecentaron 42 por ciento, llegando a 4.810 millones de dólares.
El gigantes sudamerciano confirmó así su condición de mejor cliente de la industria alemana, al haber sido el destino de 38,5 por ciento de las exportaciones de este país hacia América Latina y el Caribe.
México, que en 1994 recibió 26 por ciento de las ventas alemanas a la región, cayó en 1995 a 18 por ciento, pero mantuvo el segundo lugar entre los países latinoamericanos clentes de Bonn.
Las exportaciones alemanas hacia Argentina descendieron el año pasado 10 por ciento, como resultado de la depresión que afectó al país sudamericano, pero logró mantener el tercer lugar entre los compradores latinoamericanos de la nación europea, con 9,8 por ciento del total.
La buena coyuntura económica de Chile benefició a los exportadores alemanes, que lograron aumentar sus ventas hacia ese país en 20 por ciento. Chile ocupó así el cuarto puesto entre los compradores de Alemania en América Latina, con 5,8 por ciento, desplazando a Colombia.
Las exportaciones germanas a Venezuela se incrementaron 40 por ciento en 1995, fenómeno que, según el BSD se debe a la elevada cotización del bolívar, la moneda de ese país.
En cuanto a las exportaciones lationoamericanas y caribeñas hacia Alemania, Chile creció el año pasado 26 por ciento respecto al año anterior, como consecuencia sobre todo del alza de los precios del cobre.
El aumento de los precios del café condujo igualmente a un incremento extraordinario de las exportaciones colombianas (18 por ciento) y guatemaltecas (28).
La considerable devaluación del peso mexicano motivó un fuerte aumento (12 por ciento) de las exportaciones de ese país hacia Alemania.
Brasil, que mantiene el primer lugar entre los proveedores latinoamericanos de Bonn, experimentó un ligero descenso de sus ventas, mientras Argentina redujo sus exportaciones 13 por ciento y pasó del segundo lugar (que ahora ocupa Colombia) al cuarto, detrás de Chile.
El intercambio comercial de Alemania con Argentina y México arrojó en 1995 un superávit en favor de Alemania. (FIN/IPS/rdc/dg/if/96
