Grandes carteles penden en todo Hanoi mostrando un gran puño rojo listo para aplastar «los males sociales que han invadido la sociedad vietnamita».
Drogadicción, juego y prostitución son los males que, según el gobernante Partido Comunista, están socavando la estructura social, moral y cultural de la nación que, si bien anteriormente estuvo aislada, ahora abrió sus puertas a la inversión extranjera.
Las autoridades, si bien reconocen que la inversión extranjera que acompañó la liberalización sirvió para sacar al país de su abatimiento económico, tambien la culpan del creciente índice de criminalidad y de la caída de valores tradicionales.
«La lucha contra los males sociales es una de nuestras prioridades, y continuará hasta fín de año», dijo a IPS un funcionario del Ministerio de Cultura e Información.
El gobierno, además de la campaña gráfica con carteles, en los últimos meses ha bloqueado la promoción de bienes importados, videos y libros extranjeros que contienen material violento o pornográfico, o simplemente es «antisocialista».
«Esta no es una campaña a corto plazo, vamos a erradicar los males sociales para los años venideros. El restablecimiento del orden en servicios vinculados con la cultura es un objetivo de gran aliento», expresó la fuente.
Hombres de negocios en el comercio de videos y la industria fílmica dijeron que la campaña oficial los está perjudicando, y previnieron que algunas de las medidas podían espantar a los inversores extranjeros.
«Los clientes siguen prefiriendo películas extranjeras», declaró el propietario de una pequeña tienda de alquiler de videos en la calle Ton Duc Thang de Hanoi. «Ahora solo podemos brindar casetes con videos aprobados oficialmente».
Desde que se inició la campaña en enero, la policía dió cuenta que había realizado 70.000 inspecciones en negocios y descubierto 35.000 infracciones al decreto gubernamental. Más de 4.000 comercios fueron cerrados porque sus licencias fueron revocadas.
Cientos de miles de videos ilegales, discos laser, libros y otros productos han sido confiscados. Muchos resultaron quemados en hogueras públicas destinadas a disuadir infractores.
Algunos funcionarios admitieron privadamenten que la policía quizás se extralimitó porque derribó sistemáticamente todos los carteles callejeros con propaganda extranjera.
Entre febrero y junio, alrededor de 19.000 pancartas con publicidad foránea resultaron desmanteladas en todo el país bajo acusación de ser «ilegales». En realidad, violaron normas simples porque pusieron las traducciones en vietnamita con caracteres más pequeños que sus nombres originales en idioma extranjero.
«La policía no debería derribar carteles de esa manera porque podría causar desaliento entre los inversores extranjeros», añadió el funcionario que pidió no ser identificado.
El temor que cunde ahora en círculos oficiales es que se propague entre los inversores la idea que ya no son bienvenidos en el país, lo cual «no es el caso».
No obstante, observadores extranjeros dijeron que las autoridades vietnamitas se han vuelto más selectivas respecto a quién invitan a invertir, no tanto por razones morales y culturales sino debido a consideraciones económicas.
La prensa local, por ejemplo, montó ataques contra Coca-Cola y Proctor y Gamble, acusándolas de «competencia insalubre» y estrangular a productores locales.
En su proyecto político, que será discutido en el Octavo Congreso del Partido Comunista, las autoridades se comprometieron a continuar las reformas estructurales en los próximos cinco años, si bien tambien insistieron en la necesidad de construir «una cultura avanzada, marcada profundamente por la identidad nacional».
El documento tambien demandó la necesidad de controlar «el flujo de información» y el desarrollo cultural, de acuerdo con la política del partido.
Irónicamente, la presentación y el contenido del texto ha caído bajo el escrutinio crítico de elementos conservadores del partido, descontentos con el uso de abreviaciones tales como «PIB» (producto interno bruto).
«No deberíamos usar la abreviatura PIB, derivada de un idioma extranjero, en los documentos oficiales del partido», expresó el diario oficial «Nhan Dan».
Otras secciones de la prensa tambien criticaron los informes estadísticos que citan el aumento del PIB en dólares estadounidenses en lugar de dongs vietnamitas.
No obstante, ya sea en dólares o dongs, las autoridades locales planean gastar una enorme suma de dinero -170.000 millones de dongs (16 millones de dólares)- para aplastar los males sociales.
Gran parte del dinero está siendo usado en impulsar las agencias dedicadas a la defensa de la legalidad, que no solo combaten la aparición de actividades ligadas a los males sociales, sino afrontan una amplia gama de crímenes violentos, particularmente en Hanoi y Ciudad Ho Chi Minh (ex Saigón), en el sur del país.
Desde enero, más de 20.000 personas fueron arrestadas por narcotráfico, prostitucion o juego, las principal trilogía de males sociales.
El lider del Partido Comunista, Do Muoi, el arquitecto del programa de reformas estructurales, declaró que Ciudad Ho Chi Minh, un imán para la inversión foránea, es particularmente vulnerable a las «fuerzas hostiles» contrarias a la evolución pacífica.
Esos cambios probablemente levanten vuelo entre el 28 de junio y el 1 de julio en el congreso partidario, donde probablemente se producirán significativos cambios jerárquicos. (FIN/IPS/tra- en/sb/cpg/ego/ip).
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