Las reservas internacionales de Venezuela aumentaron en las primeras ocho semanas de liberación cambiaria, al contrario de lo esperado, al no necesitar las autoridades monetarias sostener el bolívar con fuertes intervenciones en el mercado de divisas.
El Banco Central reportó que las reservas se situaron el 7 de este mes en 10.533 millones de dólares, el monto más alto del año y superior en 748 millones al nivel del 15 de abril, cuando Venezuela volvió a la senda de liberalización económica, tras 17 meses de fracasados controles.
El gobierno de Rafael Caldera informó entonces su disposición a reducir las reservas hasta en 3.000 millones de dólares para sostener el bolívar, al que se pronosticaba una rápida caída frente al dólar por efecto de la liberalización del mercado.
Pero el bolívar mantiene una curva descendente muy tenue, en buena parte por falta de oferta en una economía en alta recesión, por otras medidas no monetarias del gobierno y porque la liberalización cambiaria significó ya una devaluación lineal de más de 60 por ciento, la segunda de ese tenor en cuatro meses.
Portavoces del Banco Central detallaron que el repunte de las reservas se originó en el incremento de los ingresos petroleros, sostén de la economía, en paralelo a la merma de importaciones y de los viajes al exterior, respecto del primer trimestre.
Pero algunos economistas indicaron este sábado que el fortalecimiento de las reservas es un fenómeno temporal, en el que incide la coyuntura estacional de aumento de los precios del petróleo, la actual flexibilidad para el pago de importaciones y la propia reducción del mercado cambiario.
El experto Guillermo Ortega afirmó que el mercado se animará y habrá una alta presión al alza del dólar en cuanto los agentes económicos perciban que la actual tasa de cambio, de 472 bolívares por dólar, es muy atractiva.
El gobierno estableció un rígido control de cambios en junio de 1994, para tratar de contoner una drámatica sangría de divisas calculada en 4.000 millones de dólares, provocada por la crisis del sistema bancario y por la falta de credibilidad del entonces nuevo gobierno.
Paradojicamente, el control de divisas bajó las reservas de más de 11.000 millones de dólares a poco más de 9.000 millones, mientras la liberalización del mercado, dentro de un paquete de medidas de apertura y desregulación económica, las fortaleció.
Se calcula que las reservas monetarias venezolanas se hallan en nivel adecuado cuando su monto bruto se aproxima al equivalente a un año de importaciones, dado que se trata de un país de escasa diversificación exportadora. Las importaciones de 1995 sumaron unos 8.000 millones de dólares. (Fin/IPS/eg/ff/la if/96)