VENEZUELA: Gobierno formaliza compromiso con FMI

El gobierno de Venezuela presentó hoy formalmente un severo plan de ajuste económico y suscribió un memorando de entendimiento con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que lo compromete con políticas de carácter neoliberal.

El gobierno venezolano presentó al director gerente del FMI, Michel Camdessus, el plan conocido como Agenda Venezuela, que comenzó a aplicar en abril pasado, en una ceremonia en la que se suscribió el memorando de entendimiento, previo a un acuerdo de financiamiento contingente.

El presidente Rafael Caldera encabezó la ceremonia junto a los ministros de Hacienda, el socialdemócrata Luis Matos, y de Planificación, el socialista Teodoro Petkoff.

El acuerdo definitivo con el FMI se firmará en las próximas semanas, lo que le daría a Venezuela acceso a un primer desembolso de unos 300 millones de dólares para reforzar las reservas internacionales y a unos 2.900 millones de dólares en tres años para apuntalar las finanzas.

De estos, 1.400 millones serán en el primer año, pero bajo la revisión trimestral de técnicos del FMI.

Tanto Caldera, como Matos y Petkoff motraban satisfacción, porque la firma del memorando servirá como carta de presentación y aval de la seriedad de los planes venezolanos ante otros organismos multilaterales e inversores.

Venezuela impulsa inversiones en petrólero y derivados, minería, bienes y servicios no transables, turismo, comunicaciones y construcción, y quiere afluencia de oferentes para la privatización de activos en aluminio, acero, telefonía, electricidad, turismo y transporte.

Camdessus, convertido en una especie de relacionista público del programa de ajuste gubernamental, dejó en claro que la palabra clave del momento es confianza.

"Se trata de formar un proyecto nacional, una forma de cruzada de todos los venezolanos", dijo Camdessus, pero enseguida puntualizó que para el FMI y los eventuales inversionistas "es necesario asegurarse de que se llevarán a cabo estas reformas y asegurarse que no habrá retroceso".

Caldera, quien el año pasado aseguró que no se arrodillaría ante el FMI, adoptó durante los primeros dos años de su gobierno controles de precios, cambio y gestión bancaria.

"Me parece que era tiempo que el país se embarcara en este nuevo rumbo puesto que los desajustes económicos habían llevado a que el gasto social y la inversión pública se redujeran en varios puntos del producto interno bruto (PIB), bajara el ingreso real y aumentara el desempleo". dijo Camdessus.

Luego de dos años de desabarajuste económico pese a los controles, Caldera decidió regresar el país a la senda del neoliberal, con el segundo programa de ajuste en siete años.

Gracias a la locomotora petrolera que brinda al país entre 11.000 y 18.000 millones de dólares al año, el PIB creció oficialmente 0,8 por ciento en 1995, pero hubo recesión en los principales sectores distintos al petróleo, tras incrementos de uno y 3,3 por ciento en 1993 y 1994, respectivamente.

La inflación llegó a 70,8 por ciento en 1994 y a 56,6 en 1995, y según proyecciones oficiales alcanzará 95 por ciento al final de este año y en 1997 descenderá a 25,8 por ciento.

Camdesus exhortó al gobierno a continuar con las reformas destinadas a reducir el tamaño del Estado, y reformar el sistema judicial, el mercado laboral y la privatización de empresas públicas.

Dejó en claro, además, que los venezolanos deben estar dispuestos a renunciar a la soberanía sobre su subsuelo e incluso a privatizar a la compañía estatal Petróleos de Venezuela.

"Desde luego, inevitablemente habrá sacrificios en el corto plazo, yo no conozco cambios en las realidades humanas que no requieran de algún esfuerzo, pero luego vendrá un futuro concrecimiento y mayor empleo", añadió.

El plan, que comprendió en su primera parte la liberación del mercado cambiario y la sextuplicación en los precios de los combustibles, se reflejó en un incremento de la inflación de 8,6 en abril a más 13 por ciento en mayo, pero el gobierno asegura que comenzará a bajar después de julio.

Matos agradeció la comprensión de Camdessus al enfoque dado al programa de ajustes.

"Desde el primer día le dijimos que para nosotros era sumamente importante lograr este proceso de transformación pero siempre garantizando la estabilidad y viabilidad política del sistema democrático y el énfasis que queríamos poner en el contenido social del programa económico", dijo Matos, quien hasta fines de 1995 fue adalid del gradualismo. (FIN/IPS/aa/ag/if/96)

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