TRABAJO: Los sindicatos vuelven al fragor de la lucha

La más grande de las centrales obreras del mundo, la Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL), anunció que vuelve al "fragor de la lucha" para combatir la injusticia y asegurar los derechos humanos y económicos básicos para los trabajadores.

A medida que el clima antisindical del libre mercado se extiende en el mundo de la posguerra fría, aumentan los ataques contra los derechos sindicales, denunció la CIOSL.

El movimiento obrero, que la CIOSL representa en 135 países con 127 millones de afiliados, sufre una agresión de magnitud e intensidad inigualadas en su historia, se afirmó en un documento preparado para el Decimosexto Congreso de la organización, que sesionará la semana próxima en Bruselas.

Bill Jordan, secretario general de la CIOSL, dijo que los sindicatos se sienten frustrados porque la mundialización, con todo su poder para propagar la prosperidad, ha caído en manos de quienes detentan la riqueza y los privilegios y procuran alcanzar sus fines mezquinos.

También afectan seriamente a los trabajadores las presiones resultantes del crónico mal manejo de las economías nacionales por los políticos y de las exigencias del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional a favor de programas de ajuste estructural socialmente desequilibrados.

La CIOSL observó que en el mundo se niegan los derechos a cientos de miles de trabajadores y a sus dirigentes cuando intentan cumplir su tarea sindical.

El asesinato se ha convertido en suerte demasiado frecuente de los sindicalistas, con un saldo que oscila entre 200 y 500 víctimas por año.

En Colombia, sostuvo la CIOSL, los trabajadores son asesinados por grupos guerrilleros de izquierda, por narcotraficantes y por las autoridades.

Mientras, "el terrorismo ciego del fundamentalismo se abate sobre los dirigentes de los trabajadores, las mujeres y otros segmentos de la población" argelina.

La intimidación cobró recientemente la vida de sindicalistas en Chad, Egipto, Togo, Perú, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Haití, Bangladesh, Rusia y Filipinas, aseveró la central.

En cambio, en Sudáfrica, considerado durante muchos años el peor caso, la situación de los derechos ha mejorado considerablemente desde la caída del apartheid y la instalación de un gobierno en representación de las mayorías.

La CIOSL enumeró "horrendos actos de violencia" contra sindicalistas que ocurren prácticamente todos los días: golpizas, amenazas de muerte, secuestros, acoso sexual, violaciones, arrestos, encarcelamientos y despidos.

La policía y los matones de las empresas que tratan de romper las huelgas y protestas han herido a miles de trabajadores en Marruecos, Sudáfrica, Colombia, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua, Perú, Bangladesh, Filipinas, Turquía, Albania y Belarus, aseguró la organización.

Además de las violaciones de los derechos individuales, recrudecen los atentados a los derechos colectivos, cometidos contra los sindicatos.

El derecho más básico de los trabajadores de organizarse en sindicatos sigue siendo flagrantemente prohibido en Birmania, Arabia Saudita, Guinea Ecuatorial, Bahrein, Omán, Qatar y Emiratos Arabes Unidos.

La CIOSL afirmó que en otros países, como Cuba, Libia, Irak, Siria, Sudán, Corea del Norte y China, los sindicatos sirven meramente para transmitir las instrucciones del régimen de partido único a los trabajadores.

La estrategia de la central obrera ante los ataques consistirá en seguir asistiendo a los sindicatos en su combate contra las restricciones.

La organización propuso consolidar el "sistema de alerta ante violaciones" mediante la ayuda directa de la familia sindical internacional, que incluye a otras centrales y a federaciones mundiales por ramas de industrias.

Los sindicatos adheridos a la CIOSL discutirán la propuesta de la central durante el congreso que se sesionará del 25 al 29 de junio en Bruselas. (FIN/IPS/pc/ff/hd lb/96

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