El Dalai Lama, el líder espiritual de Tibet, indicó que los recientes ataques verbales en su contra, así como la represión religiosa en su país por parte de China, son señales que Beijing está endureciendo su actitud en cuestiones como la independencia tibetana, Taiwán, Hong Kong y Estados Unidos.
China dió otra vuelta de tuerca recientemente a sus críticas contra el gobierno tibetano en el exilio y el Dalai Lama en especial. También prohibió las fotografías y afiches públicos con la imagen del líder religioso en el territorio tibetano.
Un vitriólico ataque en "The Tibet Daily" dió cuenta que la batalla contra el Dalai Lama y sus acólitos era una del tipo "tú mueres yo vivo" y no había lugar para compromiso alguno.
"En esta lucha debemos golpear a la cabeza, atacar ferozmente al jefe del grupo separatista tibetano, esa herramienta de las fuerzas antichinas", expresó el Congreso Tibetano del Pueblo en una declaración.
El Dalai Lama habló a IPS en una entrevista exclusiva luego de una reunión que mantuvo el jueves con ministros del nuevo parlamento tibetano en el exilio, en esta pequeña poblacion himalaya del norte de India.
Dijo que ya estaba acostumbrado que Beijing le pusiera apelativos pero admitio que la política china respecto a Tibet, Taiwán, Hong Kong y Estados Unidos últimamente se endureció.
Apuntó que la agudización de la línea dura podría deberse a la invcertidumbre y nerviosismo acerca de la era post-Deng Xiao-ping y otros problemas domésticos en China.
"Creo que hay algún tipo de sentimiento de inseguridad. Se notan signos de debilidad y no de fuerza. También existen indicios que la actual política China no es llevada adelante con convicción por parte de los líderes principales", acotó.
Con su humor característico y expresiones moderadas de tolerancia budista, el Dalai Lama dijo: "aquí estoy, tratando de encontrar un genuino autogobierno para Tibet. Creo que tarde o temprano se conseguirá la manera de negociar con plena confianza. Por ahora, no hay una actitud conciliatoria del gobierno chino y eso es triste", expresó.
Los chinos se encaramaron en el poder en Tibet en 1951 y, a pesar de la seguridad que se respetaría la libertad religiosa, tibetanos nacionalistas dijeron que Beijing retiró su promesa y obligó al Dalai Lama a dejar el país y exiliarse en India.
A mediados de los años '80, como Tibet se abrió al mundo exterior a través de Nepal y nuevas rutas aereas, Beijing mostró más tolerancia respecto a las actividades religiosas. Sin embargo, se produjo un vuelco luego que ciertas demostraciones en Lhasa fueron violentamente reprimidas en 1988.
Observadores en Hog Kong y Kathmandú dijeron que monjes budistas de los monasterios en Lhasa, Ganden y Sera han protestado por la prohibición de mostrar retratos del Dalai Lama y, en una demostración de desafío sin precedentes, abandonaron en masa sus lugares sagrados.
En otros monasterios, los monjes cerraron los templos por varios días en señal de protesta. Hay noticias no con firmadas que dos monjes resultaron muertos en Ganden el 7 de mayo, cuando se resistieron a los esfuerzos de las autoridades locales de quitar los retratos del Dalai Lama.
En otro violento incidente ocurrido en Lhasa la semana pasada, relacionado con la prohibición de los retratos del Dalai Lama, turistas que llegaron a Kathmandú aseguraron que hubo 80 heridos.
Las represiones aumentaron incluso el número de refugiados que llegan a Nepal o India. Según se informó, alrededor de 500 monjes atravesaron los pasos del Himaslaya en direccion a India y Nepal.
Esta semana, el niño elegido por el gobierno chino como el undécimo Panchen Lama, una institución rival a aquella del Dalai Lama, fué iniciado en la vida monástica en una ceremonia realizada en el lamaserio de Tashi Lhunpo, en Tibet. El Dalai Lama y Beijing mantuvieron una cerrada controversia acerca de la eleccion del Panchen Lama.
China pretende que la instalación del nuevo Panchen Lama forme parte de sus esfuerzos para demostrar que protege las actividades de la religión budista tibetana pero no a los "separatistas" del Dalai Lama.
Gyaincain Norbu, titular del Gobierno Popular Autónomo del Tibet, declaró que "potegemos y apoyamos todas las actividades religiosas, pero nos oponemos firmemente a aquellas que violan la constitución y otras leyes del país".
El Dalai Lama adsmitió que el tema del Panchen Lama se habia tornado muy controvertido y el momento en que se eligió al nuevo jefe religioso el año pasado no resultó el más apropiado.
"No tengo otra alternativa pese a que la actitud china, en general, se ha endurecido. Cuando esa conducta se haga mas flexible, abierta y razonable, estoy seguro que encontraremos una solución apropiada", declaró.
Agregó que "estoy buscando un autogobierno genuino pero no independencia, si bien legítimamente tenemos derecho de reclamarla. Lo que queremos dejar bien en claro es que Tibet no es una parte de China si bien, en teoría, podemos beneficiarnos en términos de desarrollo materiaI si nos unimos a un país más grande". (FIN/IPS/tra-en/bb/kd/ego/ip).
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