Los gobiernos estaduales de Sudán pretenden generar ingresos para salud, educación y proyectos de desarrollo mediante la explotación forestal y la quema de carbón vegetal, para alarma de grupos ambientalistas.
"El estado Sennar nos pidió que cedamos algunos bosques a concejos locales para financiar escuelas, hospitales y proyectos hídricos", declaró Ameria Awad, directora de planeamiento forestal de la Corporación Federal Nacional de Bosques.
La petición de las autoridades de Sennar, situado en el centro de Sudán, forma parte de un reclamo generalizado de los diferentes estados para la explotación de sus recursos forestales como medio de financiación de centros de salud y educación, así como de otras iniciativas de desarrollo.
Estas demandas se producen poco después del decreto del presidente Omar Hassan el Beshir, aprobado en marzo, según el cual cada estado debe financiar con sus propios recursos los servicios de educación, salud, desarrollo vial y el pago de los salarios de los miembros de los concejos locales.
El objetivo del decreto consiste en limitar los fondos que el gobierno federal invierte en los 26 estados. Sin embargo, muchos estados se oponen a la disposición, especialmente los afectados por la sequía y la guerra civil, que ya lleva 13 años.
Varios estados argumentan que la única forma en que pueden recaudar fondos es permitiendo la explotación de sus bosques, los cuales, como todos los recursos naturales de Sudán, están controlados por el gobierno federal.
Ali Tombi, gobernador de Bahr El Ghazal Occidental, un estado sureño, solicitó a los parlamentarios de su jurisdicción que presenten una iniciativa para modificar el estatuto de un bosque de 45.000 hectáreas en el distrito oriental de Wau.
Tombi pretende que la reserva se transforme en un huerto público para proveer frutas y verduras a la capital del estado, Wau.
El gobernador destacó que la guerra entre rebeldes separatistas y el ejército impidió al gobierno estadual recaudar impuestos en áreas rurales, y como resultado, algunos funcionarios no reciben su salario desde hace meses.
Además, el gobierno estadual ha dejado de financiar escuelas, hospitales y proyectos de desarrollo, indispensables para una población en constante crecimiento, dijo Tombi a IPS.
Otro estado, Bahr el Jebel, proyecta utilizar parte de la reserva forestal Rajeb para proyectos agrícolas. Según residentes de la capital estadual, Juba, las autoridades ya comenzaron a distribuir tierras de la reserva a pequeños agricultores.
Según Awad, los bosques de Sudán ya han sufrido bastante debido a que el gobierno federal no financia el mantenimiento de las reservas, en un momento en que la desertización afecta gran parte del oeste y este del país, y algunas partes del sur.
Sudán perdió aproximadamente uno por ciento de sus bosques naturales por año en la década de 1980, y su área forestal se redujo de 48 millones de héctareas en 1980 a menos de 43 millones de hectáreas en 1990.
La situación empeorará si se otorga a los estados facultades para permitir actividades como quema de carbón vegetal en las reservas, ya que se verán tentados a vender sus bosques para recaudar fondos, advirtió Awad.
"Estamos discutiendo el asunto, pero la decisión es muy difícil porque los estados precisan fondos para los servicios locales, y si no les permitimos utilizar los recursos forestales, ?de dónde obtendrán dinero para financiar escuelas, hospitales, construcción de carreteras y otros proyectos de desarrollo?", preguntó.
Awad también atribuyó la crisis a la suspensión de ayuda, desde mayo, de organismos internacionales como la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación).
La suspensión se produjo luego de una decisión de la Organización de las Naciones Unidas de imponer sanciones limitadas a Sudán hasta que conceda la extradición de tres hombres acusados de intento de asesinato del presidente egipcio Hosni Mubaraq, el año pasado. (FIN/IPS/tra-en/nb/kb/ml/en/96)