El Programa Mundial de Alimentos (WFP) de las Naciones Unidas lanzó hoy un plan de emergencia para llevar comida a la gente que sufre hambre en Somalia, a fin de evitar una nueva emigración masiva hacia el país vecino, Kenia.
Una operación de asistencia, realizada desde Kenia a través de las fronteras entre ambos países por primera vez en cuatro años, determinó el envío, este fin de semana, de varios convoyes que transportarán 84 toneladas de maíz y aceite vegetal desde el campamento de refugiados de Dadaad hacia territorio somalí.
Antes de llegar al Valle Juba, en Somalia, 10 camiones distribuirán 24 toneladas de esos alimentos a los 5.660 desplazados somalíes que se encuentran en la tierra de nadie que separa a los dos países, según fuentes del WFP.
Las restantes 60 toneladas serán llevadas a los distritos de Bu'aale y Sakow, en el Valle Juba Mediano, donde el miércoles ya comenzó la distribución de alimentos a 19 aldeas.
"Esperamos que una mayor disponibilidad de alimentos en la zona del valle, junto con otras intervenciones de socorro, puedan detener el flujo de personas hacia Kenia y hacer que regresen a sus casas los desplazados que ya se encuentran en la frontera", explicó Brenda Barton, responsable de información del WFP.
Muchos de los somalíes que en número cercano al millón huyeron de la guerra y la sequía que asolaron a su país en 1991, comenzaron el regreso en 1992 con la ayuda de un programa de repatriación dirigido por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En las últimas semanas, sin embargo, el hambre en el Valle Juba y en otras zonas del sur de Somalia ha provocado un nuevo éxodo.
El valle es una de las zonas más vulnerables de Somalia, afectada por el bandidaje, las luchas clánicas, las inundaciones y la sequía, lo cual empeora la escasez de alimentos.
Según los informes, el miedo y el recuerdo de la hambruna, que cobró la vida de unos 300.000 somalíes en 1991 y 1992, vuelven a hacer que mucha gente del sur abandone sus hogares.
"Un alto número de personas de la región del Valle Juba y de Bay/Bakool emigraron hacia Kismayo y hacia la frontera con Kenia por falta de alimentos en los últimos dos meses", informó Gerald van Dijk, encargado de las operaciones del WFP en Somalia.
Alrededor de 600 somalíes llegaron al campo de Dadaab a mediados de mayo, y según fuentes del WFP, unas 1.400 personas se desplazaron a las cercanías de la frontera, desde donde esperan sumarse a los 126.000 refugiados somalíes que ya se encuentran en Kenia. (FIN/IPS/tra-en/mn/kb/arl/pr-dv/96