RUSIA/ELECCIONES: Dispersión de voto forzaría segunda vuelta

El presidente Boris Yeltsin y el desafiante comunista Gennadi Zuyganov acaparan la información de la prensa rusa sobre las elecciones de este domingo, aunque hay otros nueve candidatos, y la dispersión del voto será quizá suficiente para forzar una segunda vuelta electoral.

Los comicios son presentados por los medios de comunicación como la lucha frontal entre las reformas de libre mercado, encarnadas por Yeltsin, y la nostalgia por el comunismo.

De acuerdo con la última encuesta del Centro de Opinión Pública de Toda Rusia (VTSIOM), 40,4 por ciento de los votantes apoyarían la reelección de Yeltsin en la segunda ronda, y 33,7 por ciento favorecerían a Zuyganov.

Así mismo, VTSIOM informó que 16 por ciento de los electores no votarán en ningún caso por los dos aspirantes favoritos.

Tres de los "otros" candidatos anunciaron en mayo que formarían una tercera fuerza. Se trata del economista liberal Grigori Yavlinsky, el moderado nacionalista general Alexander Lebed, y el populista Svyatoslav Fyodorov.

Yavlinsky, el más joven de los tres, ganó notoriedad en 1991, cuando llevó al entonces presidente soviético Mijail Gorbachov un plan para reactivar la economía, denominado "500 días". Yavlinsky obtuvo por corto tiempo el cargo de viceprimer ministro, aunque su plan no fue aplicado.

El Partido Yabloko, de Yavlinsky, el tercer grupo parlamentario en la Duma (cámara de diputados), promueve un mayor gradualismo en el proceso hacia la economía de mercado.

Esta postura se opone a las reformas de choque impulsadas por el primer ministro Viktor Chernomyrdin, que comprenden la liberalización de precios y la masiva privatización de empresas del Estado.

"La prioridad debe ser el respaldo a la producción, y no el combate contra la inflación a expensas de los salarios y los servicios sociales", afirma el candidato del Yabloko.

La imagen de Yavlinsky se ensombreció ante los intelectuales liberales cuando después de las elecciones parlamentarias de diciembre, su grupo comenzó en privado negociaciones políticas con el Partido Comunista, el sector más votado en la ocasión.

En cuanto al general Lebed, obuvo reputación al impedir, al mando de la 14 división del ejército, el cisma de la región de Transdniester de la entonces república soviética de Moldova, que se independizó en 1991, y conjuró de ese modo el riesgo de guerra civil.

Lebed tiene fama de militar honesto. Sus principales propuestas consisten en poner fin a la guerra en la separatista república rusa de Chechenia y fortalecer la lucha contra el delito.

Poco se conoce de su programa económico, aunque Lebed se ha pronunciado por la continuación de las reformas orientadas al mercado y por reducir al mínimo el papel del Estado en la economía.

El tercer integrante de la anunciada y no concretada tercera fuerza, y el más popular de los tres, el oftalmólogo Fyodorov, promueve una modalidad propia de "capitalismo popular sin pobres ni muy ricos".

Caracterizado por los expertos como "un aficionado con buenas intenciones", algunas versiones afirman que Fyodorov se lanzó a la carrera electoral con la intención elíptica de salvar su clínica de ojos de las deudas contraídas ante el Estado.

La encuesta de VTSIOM prevé que Yavlinsky, Lebed y Fyodorov se repartirán el domingo 22 por ciento de los votos. Su prevista alianza recibió apoyo indirecto de Gorbachov, que también se presenta a las elecciones del domingo.

Gorbachov, a quien VTSIOM sólo adjudica uno por ciento de la intención general de voto, exhortó a los electores a negayganov, representan 20 por ciento del total de votantes.

En los cinco años que Yeltsin lleva en el poder, millones de trabajadores de la industria cayeron en la pobreza y, según el Comité de Estadísticas del Estado, la expectativa de vida de los hombres se redujo de 63,8 a 58 años y la de las mujeres, de 74,3 a 71,1 años.

La familia promedio aumentó su gasto en alimentos de 36 a 52 por ciento de su presupuesto, y el consumo diario de calorías por habitante cayó de 2.589 a 2.310.

A las protestas de los pobres se suma la disconformidad de los nuevos ricos, que consideran excesiva la carga impositiva y se alarman ante la creciente ola de crímenes. Mas de 200 empresarios fueron asesinados en los últimos 12 meses, y el gobierno parece inacapaz de poner fin a la inseguridad pública.

"Nunca fui comunista, y considero deshonestos a los comunistas. Pero tampoco apoyo a Yeltsin", pues "no es posible crear de la noche a la mañana un grupo de millonarios y dejar sin comida al resto del pueblo", dijo ó Gennadi Merkushev, de 50 años, un ingeniero electricista de la ciudad de Nijny-Novgorod.

El censo electoral reúne a 107 millones de personas, que depositarán su voto en 93.000 circuitos distribuidos en un territorio de 17 millones de kilómetros cuadrados.

El recuento de votos estará a cargo de un millón de funcionarios, y se cuentan 1.000 observadores extranjeros.

La participación de votantes se redujo en Rusia de 74 por ciento en las elecciones presidenciales de junio de 1991, pocos meses antes de la desaparición de la Unión Soviética, a 65 por ciento en las parlamentarias de diciembre último. (FIN/IPS/tra- en/ss/HvdB/ff/ip/96)

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