Los 11 candidatos para las elecciones presidenciales del próximo domingo en Rusia son hombres y la condición de la mujer no forma parte de su agenda de prioridades, según las activistas.
La mitad femenina de los 107 millones de electores lleva el mayor peso de las reformas económicas de libre mercado lanzadas en los últimos años.
Sin embargo, las referencias realizadas en la campaña electoral a su situación son bastante vagas y se limitan a destacar la necesidad de "apoyar a las madres, los niños y la familia".
"No es casual que el actual presidente Boris Yeltsin y la mayoría de los otros candidatos, como el nacionalista Alexandre Lebed, basen su campaña en la proyección de una imagen de 'mujik"', señaló Ada Baskina, experta en temas de la mujer y autora del libro "Mujeres como yo".
El feminismo, o más ampliamente "la cuestión de la mujer", no ocupa un lugar de destaque en el acalorado debate político, dijo Baskina a IPS. "Rusia es todavía una sociedad patriarcal, dominada por los hombres", agregó.
"Mujik" es una antigua palabra rusa que originalmente significaba "campesino", pero actualmente implica una imagen de "macho", de un hombre capaz de manejar a su gente con mano firme.
Vladimir Bryntsalov, por ejemplo, un millonario dueño de un laboratorio que se sumó a último momento a la carrera presidencial, destaca abiertamente sus supuestas aptitudes sexuales en los anuncios de televisión.
Esta estrategia es también marca registrada de Vladimir Zhirinovsky, quien causó gran conmoción en la élite de Moscú al posar desnudo para fotógrafos occidentales.
El hecho de que no haya ninguna mujer entre los candidatos no resulta sorprendente, porque las mujeres rusas no han podido encontrar un líder capaz de transformar sus preocupaciones en una prioridad nacional.
Sólo la parlamentaria liberal Galina Starovoytova intentó desafiar al resto de los candidatos, pero sus esfuerzos se vieron frustrados cuando la Comisión Electoral Central le negó la habilitación argumentando irregularidades en las firmas recabadas para su registro, el pasado abril.
Starovoytova, una de las principales activistas del movimiento "Opción Democrática de Rusia" y de los derechos humanos desde las reformas de la era de Mijail Gorbachov, apeló la decisión ante la Corte Suprema, pero ésta confirmó la orden de la Comisión.
"Tras el colapso de la Unión Soviética, las mujeres rusas, que fuimos las más perjudicadas por las reformas, realizamos varios intentos para identificarnos como una fuerza activa y no como una mayoría silenciosa", explicó Nadezhda Azhgijina, copresidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas.
Ochenta por ciento de los desempleados de Rusia son mujeres, según estimaciones no oficiales. Además, las mujeres son las primeras en ser despedidas cuando las empresas estatales quiebran. Las que aún trabajan llevan una pesada carga, pues ya no existen guarderías infantiles y servicios médicos gratuitos.
En noviembre de 1994 se realizó un primer intento de crear una conciencia sobre estos problemas en el Primer Congreso de Todas las Mujeres Rusas, bajo el lema "Trabajo, Empleo y Desempleo".
Fue a partir de allí que el problema del desempleo entre las mujeres comenzó a ser reconocido por las autoridades, pero no se encontró ninguna solución práctica debido a la falta de recursos estatales.
Un segundo congreso, titulado "La mujer en la política, política para la mujer" se celebró en junio de 1995 en el marco de la campaña de las elecciones parlamentarias del movimiento "Mujeres de Rusia", encabezado por Yekaterina Lakhova.
El congreso pareció reflejar la creciente importancia del movimiento dentro del parlamento mientras adoptaba una posición de centro-izquierda sobre temas legislativos y políticos.
En ese momento varios analistas predijeron que "Mujeres de Rusia" se transformaría en la tercera facción del parlamento, después de los comunistas y del movimiento progubernamental "Nuestro Hogar – Rusia".
Sin embargo, el movimiento no logró pasar en las elecciones de diciembre la barrera de cinco por ciento de los votos, y la Duma, o cámara baja del parlamento, se transformó en una institución 96 por ciento masculina.
Uno de los motivos fue que las discusiones entre las líderes de "Mujeres de Rusia" y las representantes de organizaciones no gubernamentales (ONG) revelaron una creciente división en el movimiento.
El pasado abril se intentó resucitar al Congreso de Todas las Mujeres Rusas en un encuentro de representantes regionales, diputadas y líderes de organizaciones sociales, entre ellas la cuasigubernamental "Unión de Mujeres Rusas".
Pocas ONG estuvieron presentes, entre ellas la Asociación de Mujeres Periodistas, pero nuevamente fueron prácticamente ignoradas.
Finalmente, el Congreso se inclinó claramente en favor de la campaña de Boris Yeltsin, y las resoluciones adoptadas coincidieron con la plataforma electoral del presidente, centrada en la lucha contra "el fantasma del comunismo".
Las resoluciones finales incluyeron el trabajo por la paz en la separatista república de Chechenia, el combate a la pobreza y la delincuencia, el apoyo a la familia y la defensa de la cultura y la educación. (FIN/IPS/tra-en/ss/fn/ml/pr-ip/96)
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