Los beneficios y los costos de la era postsoviética condicionarán en gran medida el voto de los 107 millones de rusos que este domingo se pronunciarán por la reelección del presidente Boris Yeltsin o a favor del candidato comunista Gennady Zyuganov.
Las reformas económicas dividieron profundamente la sociedad rusa y mientras casi un tercio de la población vive en la pobreza, un pequeño grupo de nuevos ricos disfruta de lujos.
También ha surgido una clase media, aún pequeña. Unos 2,7 millones de los 150 millones de habitantes de este extenso país perciben ingresos anuales superiores a 20.000 dólares.
A primera vista, Yeltsin sería el candidato favorito de quienes mejoraron su situación económica bajo su mandato, y Gennady, su principal rival, de los nuevos pobres, entre los que se cuentan gran número de trabajadores jubilados.
Pero el voto no estará determinado únicamente por el ingreso de cada ciudadano, y el panorama preelectoral es complejo, según los observadores.
El instituto de opinión pública VTSIOM predijo que 12 por ciento de los empresarios independientes votarán por Zyuganov, en procura de soluciones "al caos en materia impositiva y a la creciente ola delictiva".
Las empresas deben pagar 200 impuestos diferentes, y la evasión fiscal es generalizada. Pese a todo, la mayoría de los nuevos ricos y de los votantes de clase media beneficiados por las reformas de mercado se pronunciarán por la reelección de Yeltsin, de acuerdo con las previsiones de VTSIOM.
Menos clara resulta la tendencia del voto de los nuevos pobres. Zyuganov prometió a su electorado básico, conformado por ancianos de bajos ingresos, la confiscación de propiedades de "la burguesía", la reimplantación de la planificación y de las regulaciones en la economía y la rebaja de precios.
La candidatura de Zyuganov está firmemente implantada en la población en edad de retiro, fijada en 55 años para las mujeres y en 60 para los hombres, que suma unos 30 millones de votos en un total posible de 107 millones.
La pensión de retiro llega en promedio a 20 dólares mensuales, mientras la mayoría de los bienes de consumo presentan precios iguales a los de Europa occidental.
Zyuganov afirma que el restablecimiento del control estatal de la economía conjurará peligros de la sociedad capitalista, como el alto desempleo, la pobreza, las desigualdades y la inseguridad pública.
El ministro de Economía, Yevgeny Yasin, admitió que la producción industrial no detendrá su persistente caída, pese a la previsión de crecimiento realizada originalmente por el gobierno. La actividad industrial se reducirá este año entre dos y cuatro por ciento, dijo el ministro.
Mientras, aumenta el desempleo, que se ubica en ocho por ciento de la población económicamente activa, según información oficial, y en cerca de 15 por ciento, de acuerdo con fuentes independientes.
El desempleo abierto es un nuevo fenómeno en el país, ya que, bajo el régimen comunista, y al menos oficialmente, todos los trabajadores estaban ocupados.
Los sociólogos creen que la mayoría de los desempleados votarán contra Yeltsin, aunque en realidad, nada parece seguro.
La pérdida de fuentes de trabajo es general en la central ciudad de Nijny-Novgorod, por el cierre de fábricas. Sin embargo, no todos los desempleados del lugar consultados por el semanario Noticias de Moscú se pronunciaron contra el gobierno o a favor del Partido Comunista.
"Es difícil predecir cómo votará esa gente. En gran medida depende de la influencia de los medios de comunicación locales", señaló Yevgeny Kulyanov, del Centro de Estudios de Política Aplicada.
Yeltsin intentó apaciguar a los votantes de bajos ingresos perjudicados por las reformas económicas mediante la promesa a los trabajadores del sector público del pago de salarios adeudados, y a los pensionistas de más de 80 años, de compensaciones por la volatilización de ahorros que causó la hiperinflación de 1992- 1995.
El presidente también se comprometió a comenzar la implementación del programa de viviendas conocido como "Mi hogar".
Los ancianos beneficiados por el decreto de indemnización a ahorristas, promulgado en mayo, comenzaron a presentarse el lunes en las agencias del estatal Sberbank. El monto máximo de cada pago fue fijado en 200 dólares. (IPS/FIN/tra-en/ss/HvdB/ff/ip/96)
