Unas 50.000 mujeres dominicanas trabajan en el mercado internacional del sexo, especialmente en países de Europa y del Caribe, consignó un estudio de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La República Dominicana, la nación caribeña de 7,5 millones de habitantes, ocupa el cuarto lugar en el mundo, después de Tailandia, Brasil y Filipinas, entre los países que aportan mujeres al mercado mundial del sexo.
El tráfico de mujeres se ha convertido en un elemento importante del proceso de migración irregular en todo el mundo, constató el informe distribuido este viernes por la OIM.
El fenómeno también forma parte de la migración laboral en virtud de la cual las personas provenientes de regiones con menores oportunidades emigran para trabajar, legal o ilegalmente, en regiones con mayores posibilidades.
En ese sentido, observó la OIM, el tráfico de mujeres es otro elemento de la mundialización de la economía, incluido el intercambio de recursos humanos, que en este caso responde a una demanda del mercado.
Las principales concentraciones de mujeres dominicanas se encuentran en Alemania, las Antillas, Austria, Curacao, España, Grecia, Haití, Italia, Holanda, Panamá, Puerto Rico, Suiza y Venezuela.
Las protagonistas de estas formas de migración irregular soportan explotación, violencia, engaño, violación de sus derechos y deportación.
Las causas principales de la emigración han sido la estrechez económica y la falta de oportunidades de empleo en la República Dominicana, dijeron las mujeres entrevistadas para la investigación de la OIM.
De permanecer en su tierra, sólo les quedaba la perspectiva de trabajar como empleadas domésticas, con salarios ínfimos, o en la zona de libre comercio del país caribeño, en tareas de ensamblaje para la exportación, también mal pagadas.
La prostitución local, que constituye una alternativa para la mayoría de esas mujeres, es menos aceptable socialmente que la prostitución en el extranjero.
El salario mínimo en la República Dominicana, de unos 80 dólares mensuales, equivale a la paga de un funcionario de policía o de una empleada doméstica.
Sin embargo, las remuneraciones de una parte importante de la población dominicana son inferiores a los 80 dólares. Por ese motivo, dijo la OIM, puede comprenderse fácilmente que muchas dominicanas busquen otro tipo de oportunidades.
El estudio menciona como otras causas al "factor imitación", de la experiencia apenas conocida de otras mujeres en el exterior, y a la existencia en el país de traficantes locales e internacionales.
También incide el "turismo sexual" que cada año atrae a miles de personas, principalmente europeas, a las playas de las costas del norte y este del país.
Con frecuencia, las mujeres jóvenes y, en algunos centros hoteleros, los hombres jóvenes, acuden atraídos por la presencia de extranjeros y caen en manos de traficantes, explicó la OIM.
Las mujeres jóvenes son madres solteras a una edad muy temprana y recurren a las ofertas de los traficantes para poder enviar dinero destinado al cuidado de sus hijos.
En la República Dominicana existe un mercado activo en la falsificación de documentos de identidad. Esa facilidad y la ausencia de controles de documentos a la salida del país alientan a los traficantes a sacar a las mujeres con identidades falsas, con lo cual eluden la vigilancia en los países de destino.
El consulado de Holanda en Santo Domingo otorga entre 500 y 600 visados por año a nacionales dominicanos. La OIM estima que un 10 por ciento de esas visas se emplean con fines de prostitución, sea en las Antillas Holandesas o directamente en Amsterdam y otras partes de Europa.
Otra alternativa consiste en desembarcar en países europeos que no exigen visa a los dominicanos, como Dinamarca e Italia, para luego ingresar fácilmente en Holanda.
Los matrimonios entre mujeres dominicanas y hombres suizos en el consulado del país europeo en Santo Domingo son un asunto cotidiano, precisó el estudio.
Por tratarse de un acto totalmente legal, las normas suizas no pueden impedirlos, a pesar de que algunos de esos matrimonios contribuirán al tráfico.
En Austria, a pesar de las restricciones implantadas por el gobierno, las mujeres dominicanas siguen viajando, en algunos casos para contraer matrimonio e invitar posteriormente a sus familiares a que permanezcan en el país europeo.
La OIM recomendó a la comunidad internacional y a las autoridades dominicanas que se esfuercen por encarar las causas originarias de esa migración irregular.
Una de las fórmulas propuestas por la OIM es la creación de oportunidades de empleo y de planes de educación para las mujeres jóvenes en la República Dominicana. (FIN/IPS/pc/ag/pr/96