La captura en la capital de Perú de Yoku Okuyama, presunta dirigente del Ejército Rojo Japones (ERJ), abre la pista para investigar la estructura de una red internacional de organizaciones terroristas.
Okuyama. de 47 años, es sospechosa de haber participado en 1974 en el asalto a la embajada francesa en La Haya, Holanda, para exigir la libertad de uno de los líderes de su organización.
Fue capturada esta semana en Lima, cuando participaba en una reunión con una célula del sector radical de la organización insurgente local Sendero Luminoso.
La militante japonesa, quien portaba un pasaporte japonés con otro nombre y afirma no saber castellano, inició una huelga de hambre y rehusa contestar los interrogatorios.
Según información que maneja la policía peruana, Okuyama estaba vinculada a Sendero Luminoso a través de los Comités Sol Rojo, que actúan en diversas capitales de Europa y en Japón, para captar fondos y promover el apoyo a la insurgencia en Perú.
Su primer ingreso a Perú fue en 1991, cuando aún no había sido capturado Abimael Guzmán, ideólogo y líder de Sendero Luminoso, organización que entonces parecía en condiciones de ganar la guerra revolucionaria en pocos años.
Guzmán fue detenido en 1992 y un año después propuso al gobierno del presidente Alberto Fujimori conversaciones de paz con el propósito de evitar la destrucción de su organización y convertirla en un partido de acción legal y de masas.
Pero un sector minoritario de Sendero, liderado por uno de sus dirigentes militares, Oscar "Feliciano" Ramírez, rehusa aceptar la rendición y mantiene la línea de acción armada.
Los tres peruanos que participaban en la reunión en la que fue capturada Okuyama en una casa de Lince, un barrio de clase media de Lima, pertenecen a Sendero Rojo, la rama radical de Sendero Luminoso que dirige Feliciano.
"Esto demuestra que Feliciano no sólo ha logrado vertebrar un aparato político y militar propio sino que también está consiguiendo el reconocimiento de otras organizaciones internacionales", comentó el analista Carlos Tapia.
La división de Sendero Luminoso provocó también una escisión entre los comités de apoyo creados en el extranjero, señala por su parte otro analista, Francisco Loayza.
Los Comités Sol Rojo, que actúan en París, Bruselas, Londres, México, Estados Unidos y Tokio, se habrían alineado finalmente con Feliciano.
Fuentes vinculadas a la policía especializada en la lucha contra el terrorismo de Perú aseguran que los servicios de inteligencia japoneses alertaron a Lima sobre las vinculaciones de una dirigente del ERJ con Sendero Luminoso.
Hace dos meses fue capturado en Camboya un miembro del ERJ, Yoshimi Tanaka, quien reveló que la jefa de la organización, Fusako Shigenobu, se encuentra en Líbano, bajo la protección de organizaciones palestinas radicales, y que Yoku Okuyama tenía a su cargo los enlaces con organizaciones latinoamericanas.
Con esa informacion, policía antiterrorista peruana comenzó a buscar los hilos del contacto con Okuyama entre los "arrepentidos", senderistas presos acogidos a la Ley del Arrepentimiento, que reduce las penas a quienes proporcionen información.
La pesquisa tuvo sus frutos y las computadoras ubicaron a una japonesa que con el nombre de Kasue Yoshimura había ingresado varias veces a Perú con presuntos propósitos turísticos. Los datos de esa mujer corresponderían a Okuyama. (FIN/IPS/al/dg/ip/96)