El crimen organizado permea cada vez más las fronteras del mundo, a medida que se sirve de las ventajas de la era electrónica, advirtió una conferencia de la Comisión de las Naciones Unidas sobre Prevención de Delitos y Justicia Criminal.
La diferencia entre los negocios legales e ilegales se desdibuja cada vez más ante la movilidad de las redes de delincuencia, alertaron participantes en la reunión de Viena, celebrada este fin de semana.
Asimismo, la "globalización del crimen" crecerá en los próximos años, dijo Eduardo Vetere, director de la comisión de prevención de delitos, citando estudios hechos en varios países.
La especialización y la versatilidad son las cualidades sobre las que se basa la expansión de las redes criminales transnacionales. "Pueden traficar menores en la mañana, armas en la tarde y quizás drogas en la noche", señaló un delegado latinoamericano.
Las cinco mayores organizaciones listadas en un documento presentado a la Conferencia Mundial Ministerial sobre Crimen Transnacional Organizado, celebrada en Nápoles, Italia, en 1994, son las tríadas chinas, el cartel de Cali de Colombia, la mafia italiana, los yakuza japoneses y las bandas rusas.
Según un nuevo informe de la ONU, estos grupos generan alrededor de 750.000 millones de dólares anuales y están explotando en su beneficio la actual ola de globalización y la creciente movilidad.
La introducción de las transacciones bancarias electrónicas, conocidas como "telebanking", que permite al cliente utilizar la computadora en su casa, junto a una línea telefónica y modem para comunicarse con el banco para hacer transferencias, es ideal para grupos criminales, y el lavado de dinero puede realizarse en minutos.
La enorme cantidad de dinero, bonos y activos trasladados electrónicamente hace difícil seguir el curso de los movimientos y complica las investigaciones policiales.
Mientras un banco de Nueva York transfiere 2.000 millones de dólares por minuto, un gran número de bancos y otras instituciones financieras han aparecido en países donde las leyes son laxas o inexistentes y el lavado de dinero resulta fácil.
En la ex Unión Soviética, por ejemplo, en 1982 había cuatro instituciones financieras, y ahora hay al menos 2.000, muchas de las cuales, según el informe de Nápoles, son fachada de grupos ilegales.
Otra preocupación de las autoridades es la creciente cooperación entre bandas criminales del mundo, llamadas en la jerga "alianzas estratégicas".
Fue en alianza con la mafia de Sicilia, por ejemplo, que los carteles de la droga colombianos pudieron desarrollar el mercado de cocaína de Europa occidental, mientras la mafia se benefició con una nueva línea de productos.
También hay informaciones de que miembros de la mafia italiana "capacitan" a la mafia rusa en Praga en métodos de lavado de dinero.
Inevitablemente, actividades ilegales de esta escala afectan las economías nacionales. El instituto italiano Censis estimó que la economía criminal del país representó a mediados de la década de 1980 12 por ciento de la economía nacional.
Los países parecen dispuestos a adoptar una convención que presente un mecanismo mundial para desafiar el aumento de la "globalización del crimen", según se comprometieron durante el fin de semana en la reunión de la comisión de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Los dos objetivos prinicpales de la ONU son terminar con la idea de que las organizaciones tienen bases intocables en los países y estimar el monto de los activos que manejan, en lugar de únicamente evaluar el lavado de dinero.
La reunión de Viena elaboró un proyecto de Declaración Universal sobre Crimen y Seguridad Pública que será presentada a la Asamblea General de la ONU para su ratificación.
La declaración, propuesta por Estados Unidos y adoptada unánimemente por la comisión de prevención de delitos, cubre una gama de actividades como tráfico de drogas y armas, tráfico de personas y materiales para armas biológicas, químicas y nucleares, y corrupción en la vida pública. (FIN/IPS/tra-en/sr/lp/ip/96)