El secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, puede haber recibido el apoyo de Alemania para un nuevo período de cinco años en el cargo, pese a que su reelección no cuenta con el respaldo de Estados Unidos.
En el segundo día de una visita a Bonn que terminará este viernes, Boutros-Ghali confió a la prensa su esperanza de que el gobierno estadounidense reconsidere una postura que puede impedir la renovación de su mandato como jefe de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
"Espero que cambien de opinión", dijo este jueves el secretario general, en un intervalo entre sus conversaciones con el gobierno alemán y los actos de inauguración de nuevas oficinas para el sistema de la ONU en esta ciudad.
El ministro de Asuntos Exteriores, Klaus Kinkel, dijo en conferencia de prensa conjunta con su huésped, que Alemania tiene "gran estima" por este diplomático egipcio, y que aprecia como es debido el gran trabajo que ha cumplido en sus funciones.
No obstante, Kinkel no llegó a otorgar abiertamente el apoyo alemán a la reelección de Boutros-Ghali, al decir que "el gobierno tendrá que decidir, pues no se trata solamente de mi decisión".
Unas horas antes, al inaugurar las nuevas instalaciones de la ONU en Bonn, Kinkel elogió también el trabajo de Boutros-Ghali, añadiendo: "Sobre todas las cosas, Naciones Unidas necesita una base financiera sana".
"Me gustaría decir -prosiguió- que si todos los países pagaran sus contribuciones con la rapidez y fidelidad con que lo hacemos los alemanes -en lugar de hacer, como recientemente hicieron algunos, sólo ruido al respecto- la ONU estaría en mejores condiciones".
Al retribuir, Boutros-Ghali elogió a Alemania -el tercer contribuyente a las finanzas de la ONU- por estar al día en sus pagos a la tesorería de la organización.
Los observadores entendieron que sobrevolaba en el ambiente el hecho de que Estados Unidos está debiendo miles de millones de dólares a la ONU, entre sus contribuciones ordinarias y las cantidades comprometidas para operaciones especiales.
"Si Estados Unidos insiste en oponerse a Boutros-Ghali – comentó un diplomático europeo- las cosas van a ponerse duras de verdad".
Las discusiones sobre la situación actual y la eficacia del trabajo de la ONU incluyen la cuestión de la reforma del Consejo de Seguridad, cuya formación de 15 miembros (cinco permanentes y 10 rotativos) está pendiente de ser ampliada.
La reforma del Consejo puede incluir también el ingreso de nuevos miembros permanentes -que actualmente son Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, Francia y China-, siendo Alemania uno de los candidatos a incorporarse en esa privilegiada condición.
Esa aspiración de Alemania se vio reforzada por la instalación en Bonn de algunas agencias de la ONU, tras un acuerdo logrado el año pasado que convierte a esta ciudad en una sede principal de la organización, a la par con Ginebra, París, Roma y Viena.
El nuevo edificio de la ONU -el histórico "Haus Carstanjen", junto al río Rin- alojará a la organización Voluntarios de las Naciones Unidas (UNV) y al secretariado de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (UNFCCC).
Además se instalarán en el edificio las oficinas de la Convención sobre Especies Migratorias (UNEP/CMS) y el Centro de Información de las Naciones Unidas (UNIC).
Los esfuerzos para obtener que esas agencias del sistema se instalaran en Bonn comenzaron hace cinco años, cuando Berlín fue de nuevo declarada capital alemana y los tres poderes del gobierno federal comenzaron a planificar su gradual traslado de Bonn hacia la capital histórica de la Alemania unificada. (FIN/IPS/tra-en/raj/mk/arl/ip/96