NIGERIA: Dictadura complica perdón de deuda de países africanos

Las gestiones para poner en práctica un plan de reducción de la deuda de los países pobres encuentran un grueso obstáculo cuando aparece ante Occidente la imagen de la situación política de Nigeria, afirmaron altos funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

En opinión de los funcionarios, se hace difícil conseguir apoyo internacional -incluso entre las juntas de gobierno de sus instituciones- por las muestras de empeoramiento de la crisis política que han ofrecido acontecimientos muy recientes.

Citan en particular el episodio ocurrido la semana pasada, que según Estados Unidos pudo haber consistido en el asesinato de una esposa del líder opositor Moshood Abiola, encarcelado por el régimen militar tras haber triunfado en las anuladas elecciones presidenciales de junio de 1993.

"Nigeria proyecta una larga sombra sobre Africa, donde se encuentran la mayoría de los países pobres altamente endeudados", dijo a IPS un alto funcionario del FMI.

"Japón, Estados Unidos y la Unión Europea son democracias cuyos pueblos aceptan la transferencia de recursos a los países pobres", explicó el funcionario. "Pero si ven a un dictador, como Sani Abacha de Nigeria, viene a sus mentes la imagen de la corrupción, la brutalidad y el desgobierno".

El funcionario agregó que "la crisis económica y política de Nigeria ha neutralizado, en la mente de muchos países desarrollados, los efectos del progreso alcanzado por otros países".

Por ejemplo, según explicó, muchos gobernantes de países ricos "cuestionan la estabilidad de los éxitos" obtenidos en Uganda, en la mayoría de las naciones francófonas y en Ghana, a la luz de lo que sucede en Nigeria.

También argumentan que la reducción de la deuda de Africa sólo tendría sentido, a largo plazo, si Nigeria es incluida en el plan, de acuerdo con el técnico del FMI.

El mismo señaló que "Nigeria representa un cuarto del producto interior bruto del Africa subsahariana, y un cuarto de su población, lo que hace imposible evitar que los efectos de su situación de propaguen al resto del continente".

El Banco Mundial estima la deuda externa de Nigeria en 33.000 millones de dólares. Los gobiernos occidentales son titulares de 19.000 millones de ese total, mientras que el Banco es acreedor de la mayor parte de los 5.000 millones de dólares que suman las deudas con instituciones multilaterales.

Con un ingreso anual por habitante estimado en 300 dólares, y un servicio de deuda programado que supone alrededor de 55 por ciento de las exportaciones anuales, Nigeria "sería un candidato natural a la reducción de su deuda", de acuerdo con un funcionario del Banco.

Sin embargo, el país no figura entre los 20 incluidos en la última lista puesta a está a consideración de las juntas de gobierno respectivas del FMI y el Banco Mundial.

La propuesta sólo menciona a Nigeria entre los tres países para los cuales "no se ha tomado ninguna decisión respecto de su deuda (…) por falta de información detallada". Los otros dos países son Somalia y Liberia.

La propuesta para el alivio de la deuda de 20 países postula que los acreedores bilaterales ofrezcan hasta 90 por ciento de reducción, mientras que las deudas con las instituciones multilaterales se reducirían recurriendo a un fondo de garantía entre 5.600 y 7.700 millones de dólares.

Preguntado sobre qué sería lo que Nigeria tendría que hacer para subirse al carro de la propuesta de reducción, el alto funcionario del Fondo contestó sin dudarlo que "debe resolver sus problemas políticos". (FIN/IPS/tra-en/ru/jl/arl/if/96)

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