NACIONES UNIDAS: Boutros-Ghali procurará la reelección

El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Boutros Boutros-Ghali, decidió procurar otro período de cinco años al frente del cuerpo mundial, en contradicción con sus propias declaraciones previas.

Para ello, cuenta con el apoyo de China, Francia y Rusia y de la mayoría de los países en desarrollo, al tiempo que realizó una gira por Europa para estudiar el panorama. Estados Unidos, en cambio, rechaza la reelección.

"El secretario general decidió hacer campaña por otro período" debido al "fuerte aliento que recibió de los países miembros", dijo el vocero de la ONU Ahmad Fawzi este miércoles.

Fawzi agregó que Boutros-Ghali, quien tiene 73 años y hace apenas cinco prometió que cumpliría un solo período, tiene la energía y la salud necesarias para completar otro. "Cumplió con muchos de sus objetivos y tiene muchos más por cumplir", manifestó.

Boutros-Ghali, ex vicecanciller de Egipto que jugó un papel clave en el acuerdo de paz de Camp David entre su país e Israel bajo patrocinio de Estados Unidos en 1977, cuenta con el respaldo de estados occidentales clave para su candidatura.

De todos modos, su reelección puede sufrir un traspié debido a la posible oposición de un miembro fundamental en la ONU: Estados Unidos.

El presidente del país norteamericano, Bill Clinton, no ha anunciado por el momento su apoyo a la reelección de Boutros- Ghali. Además, las riñas del diplomático con la representante de Washington en la ONU, Madeleine Albright, fueron notorias.

Aunque el gobierno de Clinton respaldó al principio el ambicioso plan de Boutros-Ghali de expandir las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en 1992 y 1993, el secretario general no tuvo el aval de Estados Unidos en el manejo de varias crisis, especialmente las de Somalía y Bosnia-Herzegovina.

El panorama sería aun más complicado si el republicano Bob Dole, que se ha burlado de la gestión de Boutros-Ghali, gana las elecciones presidenciales de noviembre. Dole prometió que no enviaría tropas estadounidenses en misiones de la ONU mientras el egipcio esté al mando del cuerpo.

Boutros-Ghali, quien se convirtió en el primer africano y en el primer árabe en encabezar la ONU en 1991, cosechó, sin embargo, el respaldo de muchos otros países importantes en el sistema de Naciones Unidas.

Entre ellos se cuentan China, Francia y Rusia, tres de los cinco países integrantes del Consejo de Seguridad con poder de veto. El Consejo, de 15 integrantes, debe aprobar cualquier candidatura a la Secretaría General que efectúe cualquiera de los 185 miembros de la Asamblea General.

Gran Bretaña anunció públicamente que no apoya ni se opone a otro período de Boutros-Ghali al frente del barco, por lo que Estados Unidos es el único de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad que parece contrario a su candidatura.

El diplomático egipcio efectuó su anuncio en Alemania, donde finalizó una gira por Europa para consultar las posibilidades de ocupar la Secretaría General de la ONU por otro período.

Los países en desarrollo también se alinearon detrás de su candidatura.

Un embajador que reclamó reserva sobre su identidad dijo a IPS que la crisis financiera y política de la ONU es de tal magnitud que las naciones pobres están preocupadas de que la elección de un nuevo secretario general pueda provocar más problemas.

Además de Boutros-Galhi, otros posibles candidatos con los que se especula son la presidenta de Irlanda, Mary Robinson, el primer ministro de Noruega, Gro Haarlem Bruntland, Kofi Annan, el subsecretario general de ONU de Ghana, y el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Sadako Ogata, de Japón.

Irónicamente, como hace cinco años, Boutros-Ghali deberá demostrar que es una opción que todos los intereses que se enfrentan en la ONU pueden aceptar.

Como arabe que fue propuesto como candidato por Africa, y como cristiano copto casado con una judía que cuenta con un fuerte apoyo musulmán, Boutros-Ghali parece reunir esos requisitos. Además, habla francés, lo que le granjea la simpatía de París.

Si en este primer período cumplió con los objetivos de quienes lo respaldaron es otro asunto. Muchos países, entre ellos Estados Unidos, acusan a Boutros-Ghali de haber sido blando en algunos conflictos, como el de Somalía, y demasiado duro en otros, como el de Bosnia.

La lista de fracasos y empantanamientos en misiones de mantenimiento de la paz de la ONU en lugares como Ruanda, Liberia y el Sahara oriental fue tan amplia como la lista de éxitos, que incluye el fin de los conflictos en El Salvador y Camboya.

La mora de Estados Unidos en sus contribuciones a la ONU puso al cuerpo mundial al borde de la bancarrota. De los 2.600 millones de dólares de deudas a los presupuestos ordinario y de mantenimiento de la paz, corresponden a Washington 1.600 millones.

De todos modos, muchos diplomáticos reconocen a Boutros-Ghali un papel fundamental en la solución de muchos de los principales conflictos mundiales en los últimos años y en el aumento de la influencia de la ONU en aquellos conflictos que aún resta resolver.

"Las Naciones Unidas deben reelegir a Boutros-Ghali. El es un secretario general que se mete en los problemas y trata de resolverlos. Básicamente, es un buen secretario general", dijo un embajador a IPS. (FIN/IPS/tra-en/fah/pz/mj/ip/96

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