La crisis del sector pecuario de México, agravada los últimos meses por la sequía que afecta al norte del país, obligó a incrementar en 94,2 por ciento las importaciones de carne y en 298 por ciento las de leche durante el primer trimestre del año, informaron hoy fuentes empresariales.
"La situación es muy difícil, se requieren urgentes medidas para evitar el colapso definitivo del sector, uno de los más golpeados por la crisis", señala un documento de la Confederación Nacional Ganadera, que este miércoles concluyó su asamblea anual.
El presidente Ernesto Zedillo anunció que aumentaron los cupos y se disminuyeron aranceles para agilizar la importación de insumos y alimento para el hato ganadero, cuyo número actual llega a nueve millones de cabezas, 30 por ciento menos que en 1994.
Según datos de la Confederación Ganadera, entre enero y marzo de este año las importaciones de ganado vacuno sumaron 10,9 millones de dólares, 94,2 por ciento más que en igual lapso de 1995. En ese mismo período las compras de leche llegaron a 136,3 millones de dólares, 102,3 millones más que el año pasado.
Los problemas del sector ganadero se vieron agravados por la sequía que actualmente afecta al norte del país, la peor de los últimos 50 años. La ausencia de lluvias provocó la muerte o venta obligada a bajo precio de tres millones de reses desde 1992, indica la Confederación de Propietarios Rurales.
El gobierno reconoció que este año deberá importar más de 40 por ciento de la leche que demanda la población, 80 por ciento de la carne de borrego y más de 600.000 toneladas de carne de res.
El consumo anual per cápita de carne de res en México es de 16 kilogramos, 14 menos que en Estados Unidos y 19 menos que en Canadá.
"Enfrentamos un panorama poco alentador, pues a los problemas productivos se agrega la cartera vencida del sector agropecuario, que asciende a 13.000 millones de pesos (alrededor de 1.733 millones de dólares)", señaló la Confederación Ganadera. (FIN/IPS/dc/dg/if/96).