La niñez pobre es la víctima principal de la política económica neoliberal aplicada hace 14 años en México y dominante a escala mundial, según expertos que apoyan su denuncia en investigaciones y datos estadísticos.
"Análisis de instituciones académicas y gubernamentales revelan una correspondencia absoluta entre el modelo neoliberal y el maltrato a la infancia", aseguró a IPS José Javier de la Rosa, de la Universidad Nacional Autónoma de México.
De la Rosa consideró "obvio" el nexo entre la ampliación de las diferencias sociales y de la pobreza y el aumento de los problemas de la niñez.
Al respecto, señaló que en 1995 se denunciaron en México 30.000 casos de agresión a menores de edad, 68 por ciento clasificables como "maltrato" y 32 por ciento como "violación sexual".
Según de la Rosa, que preside la Asociación de Apoyo a Naciones Unidas en México, la cantidad indicada representa la duplicación de casos respecto de 1990 y un aumento aún mayor sobre datos de la década anterior.
Fuentes oficiales destacan logros en los últimos años en contención demográfica, pero también admite el empeoramiento de la situación de la infancia, que se extremó con la crisis económica estallada en diciembre de 1994.
De la Rosa sostuvo que los episodios de violencia contra la infancia se concentran especialmente en la franja de población pobre, que crece hace 16 años debido a la caída del producto por habitante y a la concentración de la riqueza en minorías cada vez más estrechas.
El producto por habitante, medido en moneda constante, se redujo de 2.337 dólares por año en 1981 a 2.239 en 1995. El economista René Villarreal explicó en un foro académico que la tasa anual de crecimiento económico fue en los últimos 14 años de 0,9 por ciento, frente a dos por ciento anual de incremento demográfico.
Sam Schmidt, politólogo de la Universidad de Texas, afirmó a la revista Este País que el neoliberalismo aplicado desde la década de 1980 causó en México "estancamiento económico, austeridad, crisis fiscal, menor nivel de vida, más deuda externa y crisis fiscal".
Datos del gubernamental Consejo Nacional de Población (Conapo) muestran que seis de cada 10 hogares mexicanos son pobres.
El su último informe sobre desarrollo, el Banco Mundial indicó México, Brasil y Chile son los países latinoamericanos de mayor concentración del ingreso en sectores minoritarios.
Diez por ciento de los mexicanos pudientes poseían hace una década 34 por ciento de la riqueza y hoy concentran 41 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística.
En contraste, el 20 por ciento más pobre, que hace 10 años reunía 4,8 por ciento del total de ingresos, ahora sólo percibe 3,2 por ciento, de acuerdo con cifras oficiales.
El Colectivo Mexicano de Apoyo a la Niñez (Comexani) identificó el maltrato como el principal problema de la infancia en México, tras realizar una encuesta entre 1.000 niños y adolescentes.
Comexani, que agrupa a organismos no gubernamentales y estatales, admite que la dificultad mayor para abordar el fenómeno es la enorme distancia entre su magnitud real y la registrada oficialmente.
Las autoridades de la ciudad de México señalaron que el año pasado se presentaron unas 16.000 quejas de maltrato contra menores, de las cuales más de 11.000 fueron comprobadas.
Sesenta por ciento las denuncias fueron hechas por familiares de las víctimas y 40 por ciento procedieron de vecinos. De las denuncias comprobadas, 59 por ciento correspondían al maltrato a niños entre seis y 11 años, 27 por ciento a lactantes y 14 por ciento a menores entre 12 y 18 años.
En cuanto al tipo de maltrato, en 62 por ciento de los casos fue físico, en 31 por ciento emocional y en siete por ciento, abuso sexual. De las denuncias comprobadas, los agresores fueron en un 50 por ciento familiares, en 40 por ciento vecinos y en 10 por ciento "desconocidos".
Cuando el agresor fue familiar, en 51 por ciento de los casos se trató de la madre, en 25 por ciento del padre y en 15 por ciento de otros custodios, como el padrastro, madrastra, abuelos y maestros.
Las autoridades de la capital recibieron en el primer trimestre de este año 1.928 denuncias y comprobaron 1.127, con un aumento de 30 por ciento sobre el mismo lapso de 1995.
"Hay mucho por saber sobre las diversas formas crudas o sutiles de maltrato y abuso sexual en escuelas e instituciones donde el menor acude o reside, así como en la calle o en espacios donde trabaja o se divierte", puntualizó la socióloga Gilda Larios.
Larios adujo que el creciente desempleo y la caída del salario real, que la central sindical única calcula en 60 por ciento en los últimos tres lustros, agrava problemas y tensiones familiares y sociales, favoreciendo fenómenos de violencia.
A su juicio, el neoliberalismo dominante en México y el mundo, al desmantelar servicios sociales en nombre del mercado, desamparó por completo a vastos sectores sociales, sumiéndolos en la miseria.
"La infancia marginal es la que sufre más rápida y cruelmente los efectos de estos procesos de pauperización, aunque se dan casos en todos los sectores sociales", agregó Larios. (FIN/IPS/emv/ff/pr if/96