El gobierno de México convocó a una consulta nacional para definir estrategias que atiendan los problemas de la industria editorial y alienten el hábito de lectura entre una población cada vez menos interesada.
La consulta, que se realizará antes de que finalice el año, "buscará romper el círculo vicioso en que se encuentran los libros y su industria", dijo Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA).
Bajos niveles de lectura, impacto de la recesión y una excesiva competencia del Estado, que monopoliza la publicación de los libros escolares son, según los editores, algunas causas de la crisis.
Entre 1993 y 1995 cerraron cerca de 300 empresas editoras, indicó la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (Caniem), a la que actualmente están afiliadas unas 600 firmas.
En la consulta, demandada por la Caniem desde hace más de un año, se integrarán "los puntos de vista y las propuestas de todos los sectores que intervienen en la cadena productiva del libro y en los procesos educativos, culturales y sociales con ella relacionados", señaló este viernes Tovar y de Teresa.
Según la Caniem, en los últimos tres años las ventas de la industria editorial mexicana bajaron más de 45 por ciento.
En este país, cuyo gobierno gasta por habitante en educación 92,7 por ciento menos que los de Canadá y Estados Unidos, hay una librería por cada 170.000 personas y una cantina por cada 2.150.
"Es tiempo que logremos una ley del libro que eleve a rango de orden público y de interés social la promoción del hábito de la lectura", declaró Jorge Velasco, presidente de la Caniem.
Con 10.000 títulos anuales y 8.000 reimpresiones, México ocupa a nivel mundial el lugar número 12 en producción de libros, señalan estudios de la CNCA.
Tovar y de Teresa explicó que uno de los principales objetivos de la consulta convocada por el gobierno es preparar una campaña "que confiera al libro y la lectura el lugar que se merecen".
De acuerdo a la Organziación de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura (UNESCO), un individuo debería leer al año por lo menos cuatro libros, es decir 3,5 más de los que actualmente lee en promedio un mexicano.
A pesar de que existen más de 35 periódicos en México, un país de 91 millones de habitantes donde el nivel de escolaridad promedio es de 6,7 grados, su tiraje promedio diario es de sólo 1,5 millones de ejemplares.
En una encuesta ralizada por el diario Reforma a principios de año, 46 por ciento de los consultados confesó que no acostumbra a leer.
Los editores señalan que podrían superar algunas de sus actuales dificultades si el Estado renuncia a la producción monopólica de textos para las escuelas y les entrega esa tarea.
"Las autoridades debería entender que en el mundo entero los editores viven del libro de texto y las editoriales también", dijo Sealtiel Alatriste, representante de una casa editorial local.
Datos del Instituto Nacional de Estadísticas indican que las familias mexicanas gastan en libros 1,9 por ciento de sus ingresos, mientras que 63 por ciento lo destinan a gastos prioritarios como alimentación, salud y transporte.
Pese a la crisis de la industria editorial, que sus voceros dicen obligó a despedir sólo en el primer trimestre de 1995 a más de 4.000 las de las 17.800 personas que empleaban en forma directa, México exporta cada año libros por un valor cercano a los 50 millones de dólares.
Se trata de un nivel que se mantiene estancado desde 1991, aclara la Caniem. (FIN/IPS/dc/ag/cr/96