Una vez cerrada la negociación con Chile para un acuerdo de libre comercio, los delegados de los países Mercosur se reunieron hoy para definir el tipo de asociación con Bolivia y discutir los asuntos internos del bloque antes de la cumbre del martes 25 en Argentina.
De acuerdo a la coyuntura, signada por la consolidación hacia adentro y los proyectos de expansión del bloque, la agenda interna tiene como temas prioritarios los acuerdos que se vienen con países latinoamericanos y los avances en la asociación comercial con la Unión Europea (UE).
Según adelantó el secretario de Comercio Exterior de Argentina, Alejandro Mayoral, con Bolivia no se firmará el martes un acuerdo como el de Chile sino sólo un "preacuerdo para multilateralizar las preferencias arancelarias" que cada socio del bloque tiene con ese país.
La armonización arancelaria con Bolivia será un precedente de lo que luego se hará con México, Venezuela, Colombia, Perú y Ecuador.
"En todos los casos tenemos que renegociar, como bloque, las preferencias que fija ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración)", dijo Mayoral.
ALADI clasifica a los países según grado de desarrollo y, de acuerdo a esa división, fija porcentajes para las preferencias arancelarias. Es así que cada uno de los miembros del bloque tiene un trato arancelario distinto ante un tercer país, que va de 12 a 41 por ciento en las preferencias.
La delegación boliviana intentaba este jueves capitalizar el clima de optimismo reinante entre los miembros del Mercosur tras el acuerdo de asociación comercial con Chile, alcanzado en la víspera como corolario de dos años de intensas gestiones.
Bolivia pretende que el Mercosur acepte desgravar 50 por ciento de sus productos al ingresar al bloque y hacer lo mismo con sólo 25 por ciento de los que van del Mercosur a Bolivia.
Además, Bolivia quiere conservar la ventaja que le otorga la ALADI de considerar como nacional un producto que tiene 60 por ciento de contenido importado, y no el 40 por ciento que exigen los socios del Mercosur.
No obstante las discrepancias que subsisten, los invitados especiales a esta cumbre, que se realizará en la provincia argentina de San Luis -800 kilómetros al oeste de Buenos Aires- revelan el signo de las relaciones externas de esta instancia.
Además de los cuatro presidentes del bloque aistirán los mandatarios Eduardo Frei, de Chile, Gonzálo Sánchez de Losada, de Bolivia, y el vicepresidente de la UE, Manuel Marín, que atiende las relaciones del bloque europeo con América Latina.
Los representantes del Grupo Mercado Común del Mercosur analizarán los resultados de la visita este mes a Bruselas del presidente de Argentina, Carlos Menem, para avanzar en el acuerdo de asociación comercial con la UE.
Menem fue a Bruselas en su calidad de presidente pro témpore del Mercosur con el propósito de acelerar los plazos de los acuerdos. Los dos bloques firmaron en diciembre último un acuerdo marco interregional de cooperación para avanzar en la meta de un acuerdo de asociación comercial.
Por último, los negociadores tratarán los asuntos ligados al comercio intrabloque. En este sentido, se augura un desenlace positivo al conflicto que se desató el último mes en torno a las restricciones que imponía Brasil a la importación de textiles provenientes del bloque.
Brasil exigía reducir de 180 a 30 días el plazo para el financiamiento de las importaciones, una medida que desalentaba la venta de esos productos desde Argentina, Paraguay y Uruguay en el gran mercado brasileño.
Ahora Brasil se compromete a dejar sin efecto la medida para sus socios en el Mercosur.
También analizarán la marcha de las negociaciones entre Brasil y Japón para que el país asiático no denuncie ante la Organización Mundial de Comercio el régimen automotor que tiene Brasil, y que fue consensuado con Argentina.
Japón considera que el régimen es discriminatorio para los países exportadores de automóviles que no tienen plantas radicadas en Brasil y que quieren importar unidades, a los que se les cobra un arancel doble.
Por último, Argentina hará un balance de los seis meses de presidencia pro témpore a su cargo, antes de ceder la posta a Brasil, que a partir de la cumbre de San Luis asumirá por seis meses las negociaciones para acercar al bloque a Venezuela y Colombia. (FIN/IPS/mv/ag/if/96
