La venta de pasaportes robados es el negocio de moda en la capital de Liberia, azotada por dos meses de guerra de facciones, donde la ley y el orden están en manos de vándalos y la mayoría de los civiles se desesperan por huir.
Combatientes leales a los jefes militares Charles Taylor y Alhaji Kromah robaron los pasaportes del Ministerio de Relaciones Exteriores el pasado 26 de abril, aprovechando una corta tregua en el conflicto con el general Roosevelt Johnson.
Los pasaportes fueron luego entregados a familiares o amigos civiles para que los vendiesen en las calles y mercados de la capital de Africa occidental, bajo la protección de hombres armados.
Antes del estallido del conflicto, el 6 de abril, un pasaporte legal costaba 25 dólares, pero ahora en las calles cuesta entre 85 y 100, mientras un documento diplomático se vende en unos 150 dólares.
El precio de un pasaporte común equivale a dos bolsas de arroz, y ambos artículos están fuera del alcance de la mayoría de la población, cuyo salario promedio (en el caso de los empleados) equivale a sólo cuatro dólares por mes.
Aquellos que pueden adquirir los documentos poseen recursos como para huir hacia países vecinos o son miembros de la Fuerza de Pacificación de Africa Occidental (ECOMOG), para quienes un pasaporte liberiano constituye una posesión valiosa por permitir un ingreso relativamente fácil a Estados Unidos.
"Como la mayoría de los residentes de Monrovia desean irse con sus familias a países vecinos, la demanda de pasaportes es muy alta", explicó una mujer que tuvo la fortuna de conseguir uno.
"Algunos se están enriqueciendo a costa de nuestras vidas", manifestó un hombre no tan afortunado, que perdió a su hijo en el conflicto y desea huir a Costa de Marfil, aunque no cuenta con los medios necesarios.
A fines del pasado año, imprentas de Londres enviaron más de 15.000 pasaportes al Ministerio de Relaciones Exteriores, de acuerdo con fuentes de la institución.
Sin embargo, antes del saqueo ya circulaban en la región de Africa occidental pasaportes liberianos comprados ilegalmente por ciudadanos de países vecinos, y también eran comunes entre inmigrantes ilegales en Europa.
Mientras, aquellos liberianos que no tienen posibilidades de huir de Monrovia enfrentan una situación muy dura en una ciudad constantemente saqueada y destruida por las milicias de Johnson y de sus rivales de la alianza Taylor/Kromah.
Ninguno de los jefes militares, ineficazmente controlados por ECOMOG, tienen posibilidades de obtener una victoria decisiva, pero han logrado mantener un perpetuo estado de inseguridad. (FIN/IPS/tra-en/aj/oa/ml/ip/96)
