Apenas una semana antes de comenzar las conversaciones entre todos los partidos para decidir el futuro de Irlanda del Norte, el histórico acontecimiento sigue pendiente de un gesto de paz del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Además de no existir todavía un acuerdo sobre el procedimiento ni la agenda, la principal duda consiste en saber si el IRA facilitará la efectiva ampliación de las negociaciones -que deben ser inauguradas el 10 de junio- a todos los partidos, restaurando el anterior estado de tregua armada.
Se espera tener este martes mayor certeza sobre la puesta en marcha de las negociaciones, cuando Patrick Mayhew, secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, se reúna en Londres con su contraparte irlandesa, Dick Spring, a fin de resolver sus diferencias sobre aspectos formales.
El cese del fuego anunciado por el IRA en agosto de 1994 terminó en febrero de este año cuando estalló en el centro de Londres una bomba que causó la muerte de dos personas y enormes daños por valor de cientos de millones de libras.
El partido Sinn Fein, brazo político del IRA, no será admitido en las conversaciones programadas para el 10 de junio a menos que el grupo armado restaure la vigencia del cese del fuego.
El último fin de semana se hicieron más fuertes las esperanzas de que el IRA decida un nuevo alto el fuego, pues el gobierno británico pareció matizar su condición sobre la entrega de las armas antes de las conversaciones. "No creo que sean entregadas en el mismo momento de empezar a negociar", dijo Mayhew.
La elección celebrada el pasado jueves en Irlanda del Norte para investir de un mandato democrático a los representantes políticos que intervendrán en las negociaciones volvió a reflejar las viejas divisiones entre la mayoría protestante probritánica y la minoría nacionalista católica y proirlandesa.
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, sostuvo que el partido dibería ser admitido por haber obtenido 15 por ciento de la votación en la provincia. Para Adams la cuestión consiste en dar igual tratamiento a católicos y protestantes.
Alrededor de 60 por ciento votó por los partidos unionistas y partidarios de la unión con Londres, mientras 36 por ciento dio el apoyo a los partidos nacionalistas irlandeses, es decir, a los partidos que demandan el reconocimiento de su identidad irlandesa en las instituciones políticas de Irlanda del Norte.
Sin embargo, como gustan de decir los irlandeses, el diablo está en los detalles.
Y uno de esos detalles es el hecho de que sólo 13 por ciento de la población de ese conflictiva provincia británica -que se separó del resto de la isla en 1920- desea integrar la República de Irlanda, según una encuesta publicada la semana pasada.
Una mayoría de 55 por ciento desea seguir formando parte del Reino Unido, de acuerdo con el estudio de opinión realizado en conjunto por las emisoras estatales de radiotelevisión de Londres y Dublín, BBC y RTE, respectivamente.
Las elecciones permitieron el surgimiento de nuevos políticos que parecen decididos a adoptar una actitud más pragmática y flexible ante las negociaciones, en contraste con aquellos a los que todos ellos se refieren como "los dinosaurios".
La votación reveló también una ironía de la actual política de Irlanda del Norte, donde las señales más visibles de moderación han venido de aquellos que antes fueron los más extremistas.
Los dos partidos que expresan en diversa medida la visión política de los "loyalists", paramilitares probritánicos, sólo obtuvieron, entre ambos, 5,69 por ciento del voto popular.
Sin embargo, tanto el Partido Unionista Progresista (PUP) como el Partido Democrático del Ulster (UDP), se han comprometido con la idea de construir una nueva sociedad que haga un lugar a la identidad de la minoría católica en las instituciones políticas de Irlanda del Norte.
También estarán representadas en las conversaciones las mujeres de las dos comunidades comprometidas a llegar a un acuerdo entre sus tradiciones.
"Somos una genuina coalición", dijo a IPS Mónica Williams, una de las dos delegadas de la Coalición de Mujeres de Irlanda del Norte.
Aunque la coalición de mujeres obtuvo sólo 1,03 por ciento del voto, el grupo está en noveno lugar, y por encontrarse entre los 10 primeros tiene asegurados dos escaños en la asamblea de 110 miembros elegida por los ciudadanos.
Ello le permitirá participar de las conversaciones, lo mismo que aquellos dos pequeños partidos -el PUP y el UDP-, que contarán con dos escaños cada uno, de acuerdo con las complejas reglas deseñadas por el gobierno británico para garantizar un margen de presencia a los "loyalists".
Los argumentos del Sinn Fein para ser admitido en las conversaciones sin que el IRA reinstaure la tregua son "una expresión de deseo" según el periódico liberal de Dublín The Irish Times, en su editorial de este lunes.
"Las negociaciones comenzarán el próximo lunes sin el Sinn Fein, a menos que entretanto el IRA reinstaure el cese del fuego. Esa ha sido la clara posición de los dos gobiernos (Londres y Dublín). Esa es la base en la que se apoyó el proceso electoral del 30 de mayo", dijo el diario irlandés. (FIN/IPS/tra-en/so/fn/arl/ip/96)