Las acusaciones de explotación del trabajo infantil en Honduras son exageradas, dijo hoy en esta ciudad el embajador del país centroamericano en Estados Unidos, Roberto Flores Bermúdez.
"Se están haciendo todos los esfuerzos por asegurar que no haya abusos ni explotación", dijo Flores este viernes en conferencia de prensa.
Flores dijo que su gobierno "teme que toda la nación ha sido pintada como un lugar donde las condiciones de trabajo no pueden ser toleradas", aunque recientes inspecciones de plantas textiles demuestran que pocos menores están empleados, y son aquellos que gozan de la protección total de las leyes de Honduras.
Activistas de los derechos humanos, no obstante, insisten en que la explotación del trabajo infantil es predominante en Honduras, y cuestionan el compromiso del gobierno y la industria textil para proteger los derechos de los trabajadores.
Según los activistas, las autoridades están más interesadas en mantener los beneficios comerciales del intercambio con Estados Unidos que en el bienestar de los trabajadores.
El abuso del trabajo infantil en la industria textil concitó la atención internacional a fin de este mes, cuando una adolescente de 15 años de Honduras apeló públicamente a la figura de la televisión Kathie Lee Gifford, para que ayudara a poner fin a la explotación infantil en una fábrica de vestimenta comercializada con la marca Gifford.
En conferencia de prensa en el Capitolio, Wendy Díaz describió pésimas condiciones de trabajo en la fábrica en la que estuvo empleada durante dos años, produciendo ropa informal Kathie Lee para la empresa estadounidense Wal-Mart.
La adolescente dijo formar parte de unos 100 niños, algunos de unos 12 años de edad, que rutinariamente trabajaban 60 horas a la semana por 31 centavos la hora.
Díaz dijo que autoridades de la empresa propietaria de la fábrica, Global Fashion, amenazaron y acosaron física y sexualmente a los trabajadores más jóvenes.
Gifford, quien conduce un popular programa televisivo en Estados Unidos, negó conocer las condiciones en los talleres en Honduras y otra fábrica de Nueva York que también produce su línea de vestimenta y donde activistas de los derechos humanos también han denunciado abusos.
Este viernes Flores dijo a los periodistas que una inspección a la planta de la Global Fashion, realizada en respuesta a las acusaciones de Díaz, demostró que de 700 empleados, sólo tres tenían entre 14 y 16 años, y todos ellos trabajaban legalmente.
Según el embajador, la inspección también reveló que las condiciones de trabajo cumplen con las normas laborales, contrariamente a lo sostenido por Díaz.
Una prueba anterior del total de las 200 plantas textiles de la zona manufacturera de la costa caribeña de Honduras reveló que "ni siquiera uno por ciento" de unos 16.700 trabajadores eran menores de 18 años, añadió el embajador.
"?Cree que Honduras deba emplear a niños cuando el índice de desempleo es de 35 por ciento?", preguntó Norman García, presidente de la Fundación para la Inversión y el Desarrollo de las Exportaciones en Honduras, quien se unió a Flores en la conferencia de prensa.
Para Charles Kernagahan, director del Comité Nacional del Trabajo por los Derechos Humanos en América Central, la organización con sede en Nueva York que llevó a Díaz a Estados Unidos, la respuesta es un "sí" terminante.
Kernagahan sostiene que las leyes hondureñas que prohíben el trabajo de menores de 17 años durante más de seis horas diarias o 30 semanales, "son violadas en 100 por ciento".
Flores desmintió la afirmación, insistiendo en que el gobierno del presidente Carlos Roberto Reina está "dedicado" a asegurar que los empleadores "cumplan totalmente nuestras leyes". (FIN/IPS/tra-en/pz/jl/lp/lb-ip/96)