La conducción de la lucha contra las drogas generó hoy en Honduras nuevos roces entre la Fiscalía del Estado y las Fuerzas Armadas, que se resisten a ceder ese terreno al poder civil.
El fiscal del Estado Edmundo Orellana dijo este miércoles que la nueva Dirección General de Lucha contra el Narcotráfico será liderada por un civil y no por un militar, como lo desean las Fuerzas Armadas.
Orellana dijo que la ley del Ministerio Público estipula que estos órganos estarán a manos de civiles, porque los militares "deben entender que su único propósito es defender el territorio y la soberanía nacional".
De este modo, el fiscal reiteró al jefe de las Fuerzas Armadas, general Mario Hung Pacheco, que la lucha contra las drogas estará bajo el poder civil y a cargo de agentes especializados preparados por Estados Unidos, Argentina y México.
Este lunes se informó de una fuerte confrontación entre el fiscal y el general Hung, en presencia del presidente Carlos Roberto Reina, en relación a la formación del nuevo cuerpo de lucha contra las drogas.
Trascendió que en la reunión el jefe de las Fuerzas Armadas defendió la tesis de que el nuevo organismo debería estar en manos de los militares.
Alegó un desconocimiento civil para manejar estos temas y que al interior de la institución armada se cuenta con un organismo de combate al narcotráfico.
Pero Orellana se opuso y dijo que deben ser los civiles quienes manejen estos asuntos, lo que fue validado por Reina y el resto de los asistentes a la reunión.
Hung negó este martes la existencia de divergencias con el presidente y el fiscal pero dejó sentada su postura de que marginar al ejército de la lucha contra el narcotráfico sería un error.
"Lo que proponemos es que el cuerpo antidrogas que tenemos se fusione con la nueva dirección que creará la Fiscalía para evitar vacíos, ya que la lucha contra las drogas necesita del concurso de toda la sociedad", dijo Hung.
"No es cierto que haya roces con el fiscal, lo que pasa es que creemos que no puede haber dos policías trabajando en la misma cosa y lo mejor es que se fusionen, pero si no les parece, tampoco nos vamos a oponer", afirmó.
A su juicio, "políticamente" no conviene a las Fuerzas Armadas meterse de lleno contra el narcotráfico "Mis soldados se pueden contaminar y eso no me gustaría", explicó.
Sin embargo, Orellana recordó al jefe de las Fuerzas Armadas que el nuevo organismo civil no responde a intereses políticos sino a una necesidad real de combatir el narcotráfico.
Lo que sucede, dijo el fiscal, es que los militares deben entender que hay un nuevo régimen civil en el país. "Mi propósito es corregir errores históricos" agregó.
La Fiscalía del Estado anunció para fines de este mes la creación, con apoyo de Estados Unidos, de una Dirección General de Lucha contra las Drogas que intenta frenar el avance del narcotráfico e investigar la presencia de laboratorios de cocaína en el país.
Según confiaron a IPS fuentes ligadas a los uniformados, las Fuerzas Armadas piensan que Orellana aspira a "destruirlas".
Los militares se quejan de la "persecución" de la fiscalía contra sus oficiales implicados en la desaparición forzada de personas en los años 80, así como de vedarles el acceso a espacios de poder que antes controlaban.
Pese a la resistencia castrense, el Poder Ejecutivo se propone traspasar la policía a manos civiles antes de finalizar el presente año. (FIN/IPS/tm/dg/ip/96)