Acostumbrado a importar recetas para digerir mejor el menú de la economía, el gobierno de Honduras enfrenta ahora realidades y pronósticos en materia de seguridad alimentaria que parecen demostrar el fracaso de aquellos consejos.
La administración de Carlos Reina, empeñada desde su instalación hace dos años en mantener un proceso de ajuste estructural que comenzó hace cinco, no puede resolver desde hace un mes la escasez de frijoles.
El frijol, uno de los principales productos en la dieta básica de los 5,5 millones de hondureños, se ha convertido en un dolor de cabeza para los funcionarios agrícolas, que intentan con explicaciones teóricas justificar su inexistencia.
Cambios climáticos, falta de créditos y acaparamiento por parte de los especuladores, son muchas de las razones que a diario se manejan, sin aceptar que el problema obedece a la falta de previsión y de una política alimentaria.
Hace 24 años, la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que los alimentos escasearían, si no se realizaban las correciones del caso.
En ese momento, FAO recomendó un crecimiento agrícola anual de cinco por ciento para atender la demanda alimentaria. Pero la alarma no fue escuchada, y ahora el país pasó de exportador a importador de granos básicos.
El analista político Jorge Yllescas señaló que la "crisis del frijol" no sería tan impactante "como la que vivimos ahora" si se hubieran tomado las previsiones del caso.
Yllescas advirtió al diario El Heraldo que, de persistir la escasez del grano, podrian registrarse "grandes convulsiones y agitación política en el país".
Nunca en la historia de Honduras las cinco libras de frijoles habían tenido un precio de cuatro dólares, una suma demasiado alta para el ingreso promedio de los hondureños.
En opinión del empresario agrícola José Segovia, la escasez del frijol solo refleja el fracaso de una serie de recetas de los organismos multilaterales de crédito, que "buscan imponer sus reglas sin tomar en cuenta la realidad".
"Hemos venido oyendo lo que tenemos y debemos hacer. Se nos han insertado políticas incongruentes que sólo buscan hacer de los países tercermundistas altos consumidores de las grandes potencias", afirmó Segovia.
La política gubernamental favorece el modelo agroexportador y deja a un lado la producción de granos básicos como el maíz, el arroz y el frijol, que descansa en manos de los campesinos.
De acuerdo con las recomendaciones de las agencias multilaterales, Honduras aprobó hace cuatro años una ley de modernización agrícola, que abandona el proceso de reforma agraria iniciado hace cuatro décadas y vuelve más difícil a los campesinos obtener créditos.
La ley de modernización agrícola favorece la agroindustria y los productos no tradicionales porque éstos generan divisas, indicó Cristino Herrera, de la Asociación Nacional de Campesinos (Acan).
"El gobierno otorga prioridad a lo que pueda dar divisas, porque así queda bien con sus acreedores internacionales (y) se cumple el ajuste económico. Pero (también) se oculta la realidad: una creciente pobreza", dijo Herrera.
Los pronósticos oficiales anuncian que la importación de granos básicos será una constante de los próximos gobiernos mientras la producción agrícola crezca a un ritmo anual de sólo 1,9 por ciento, dado que la población aumenta tres por ciento al año.
El viceministro de Recursos Naturales, Marco Micheletti, manifestó que la crisis del frijol no se debe sólo a errores de la actual administración, sino a "políticas erradas que ahora nos toca corregir".
Micheletti destacó que el gobierno utiliza un fondo de emergencia de 50 millones de doláres para conceder créditos blandos a los campesinos como incentivo a la producción, y ha legalizado varios predios para el cultivo.
Cifras oficiales indican que el país enfrenta un déficit alimentario anual de seis millones de sacos de maíz de 45 kilos, un millón de sacos de arroz y 400.000 sacos de frijoles.
Pero la principal preocupación del gobierno parece ser el impacto político que la crisis del frijol tendrá en los comicios generales de noviembre de 1997, de los que surgirá el sucesor de Reina en la presidencia. (FIN/IPS/tm/ff/dv/96)
