La delegación haitiana a un reunión alternativa de organizaciones no gubernamentales (ONG), que se cumple esta semana en Lyon al margen de la cumbre del Grupo de los Siete (G-7) países industrializados, afirmó que su lucha con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es un ejemplo para todos.
"Estamos aquí para divulgar nuestra opinión acerca de nuestra resistencia al FMI, de forma que otros puedan inspirarse en nuestra lucha", dijo Camille Chalmers, secretaria ejecutiva de la Plataforma Haitiana por un Desarrollo Alternativo.
"Al fin de cuentas, el sadomonetarismo del FMI está socavando la democratización de un país que desde 1986 está luchando por salir adelante", dijo Chalmers, que además es profesora universitaria de Economía y Ciencias Sociales.
Las ONG se reunieron en la ciudad francesa de Lyon para acosar a los jefes de Estado y de gobierno del G-7 con protestas y críticas durante esta cumbre semestral que será clausurada este sábado.
También diseñan planes para las campañas presentes y futuras de resistencia ante las prioridades de política económica fijadas por el G-7, el Banco Mundial y el FMI.
Por primera vez desde que la primera cumbre del G-7 fue convocada por el entonces presidente de Francia, Valéry Giscard d'Estaing, en 1975, este sábado se sentarán junto a los líderes de las siete naciones el secretario general de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, y los jefes del Banco Mundial y el FMI.
Como jefa del grupo asesor del ex presidente Jean-Bertrand Aristide, Chalmers participó en las negociaciones con el FMI, pero se opuso al programa de ajuste estructural que en aquel momento recomendaba el Fondo al entonces exiliado presidente.
Las conversaciones con el Banco Mundial y el FMI tomaron impulso en 1994, cuando parecieron claras las perspectivas de que Aristide, derrocado por un golpe militar en septiembre de 1991, sería repuesto en su cargo.
El presidente René Préval, que sucedió a Aristide el 7 de febrero último tras elecciones realizadas en diciembre de 1995, realizó recientemente una gira europea para pedir apoyo a su programa de gobierno y conversar con los empresarios.
El programa de privatizaciones, que alcanza a nueve de las 33 empresas estatales y es parte del ajuste estructural, ha creado tensiones entre Préval -que espera firmar un acuerdo con el FMI a mediados de julio- y el parlamento, que se muestra escéptico.
Según Chalmers, la deuda externa de Haití subirá, de un manejable nivel de 800 millones de dólares, a 2.100 millones de dólares. "No creo que Haití pueda pagar el servicio de la deuda dentro de cuatro o cinco años". (FIN/IPS/tra-en/ao/rj/arl/ip/96