Venezuela presentó en Hábitat II un proyecto elegido como una de las cien mejores prácticas del mundo, el de Desarrollo Urbano y Ambiental de Ravina Catuche, y una ley que asigna cinco por ciento del presupuesto a la vivienda popular.
La ley, en vigencia desde 1990, fija para la primera etapa de 15 años la meta de tres millones de soluciones habitacionales, entre construcción de nuevas unidades y recuperación de existentes, explicó a IPS Miguel Rojas Naranjo, presidente del Consejo Nacional de la Vivienda.
La segunda Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat II), que tiene lugar en esta ciudad turca desde el 3 y hasta este viernes, fue importante para Venezuela por motivar nuevas discusiones e incluso revisar planes, en el marco de un debate internacional estimulante, señaló.
Rojas Naranjo dijo confiar también en que el sistema de ahorro obligatorio, que recoge tres por ciento de los salarios (dos por ciento a cargo de la empresa) para un fondo que financia viviendas, contribuirá a solucionar el problema habitacional del país.
El fondo y el cinco por ciento del presupuesto gubernamental crean los recursos para el crédito para adquisición de terrenos, la construcción, los servicios y mejora de viviendas precarias.
Rojas Naranjo alabó también el éxito latinoamericano en aprobar un Plan de Acción regional, que deberá ser anexado a los documentos de Hábitat II.
Por primera vez, destacó, se superaron diferencias de idiomas y tamaño, juntando a Brasil y los pequeños países del Caribe, en un documento único, con líneas de acción comunes.
El plan crea mejores condiciones para el incremento de la cooperación dentro de la propia región, promoviendo "mecanismos que antes no existían", añadió.
Es algo que no han logrado Africa y Asia, que componen con los latinoamericanos el Grupo de los 77 países en desarrollo que actúan en conjunto, en las cuestiones claves en las negociaciones mundiales.
Dos puntos importantes aún mantienen las discrepancias entre el G-77 y los países desarrollados, la cooperación internacional y el seguimiento de las resoluciones de esta Cumbre de las Ciudades.
En la primera cuestión se busca que los ricos destinen 0,7 por ciento de sus productos nacionales a la cooperación, cumpliendo antiguas resoluciones internacionales.
Para el seguimiento, el G-77 quiere mantener y ampliar, por ejemplo, el papel del Centro de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos, que tiene sede en Nairobi y organizó esta cumbre. A Estados Unidos, principalmente, no interesa aumentar El proyecto de Catuche, que representa a Venezuela en la exposición de "mejores prácticas", paralela a la conferencia, beneficia a 200.000 habitantes de una zona marginada de Caracas.
Infraestructura, servicios, recuperación de viviendas y prevención de derrumbes en la ladera son las acciones, diseñadas y ejecutadas con amplia participación comunitaria, aseguró el dirigente.
Teolinda Bolívar, activista de una organización no gubernamental y maestra de la Universidad Central de Venezuela, representa la posición no oficial del país, en el Foro de las ONG, incluido en Hábitat II.
La ley de vivienda "no soluciona adecuadamente" los problemas, porque no ofrece tierras a los más pobres.
Para solicitar el crédito, "hay que ponerse tres días en la cola", enfrentar otros requerimientos y tener la suerte de estar entre los pocos sorteados. Además las casas ofrecidas son lejanas y demasiado pequeñas para la costumbre local, según ella.
Para la arquitecta, que actúa por la Fundación para el Progreso del Hombre, una ONG francesa, el problema habitacional venezolano exige enfrentar dos cuestiones centrales, en que la política y la ley oficiales son omisos.
Hay que ofrecer "parcelas acondicionadas", con servicios y accesos, "donde la gente pueda hacer su vivienda progresivamente", opinó. Además es necesario mejorar los barrios.
La coyuntura tampoco es favorable. En Venezuela, no hay un auge en la construcción, sino un receso, y las instituciones estatales, como el Fondo de Desarrollo Urbano y el Instituto Nacional de la Vivienda, "está por el suelo", concluyó la arquitecta. (FIN/IPS/mo/dg/pr/96)
