HABITAT: Una vivienda a cada hogar es meta de América Latina

América Latina asumió hoy en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Hábitat el compromiso de construir, dentro de diez años, tantas viviendas como hogares nuevos surjan desde entonces.

Edmundo Hermosilla, ministro de Vivienda y Urbanismo de Chile, presentó a nombre de la región el compromiso que frenaría el crecimiento del déficit de viviendas, que afecta a uno de cada tres latinoamericanos, entre los sin techo y los ocupantes de viviendas precarias.

El compromiso se enmarca en el plan de acción regional "con aliento de largo plazo", dijo Hermosilla, en tanto el viceministro colombiano de Vivienda, Fernando Vivancos, se ufanó de que esta es "la única región con un plan colectivo".

En paralelo, también este martes las organizaciones no gubernamentales (ONG) de América Latina que acudieron a la Cumbre de las Ciudades presentaron, "con esperanza y desconfianza", una declaración reivindicando la producción social de hábitat y alertando contra el neoliberalismo en boga en la región.

El plan latinoamericano, que traduce a términos regionales orientaciones generales de la Cumbre, coloca como primera prioridad la lucha contra la pobreza y destaca la urgencia de reformas urbanas para mejorar la calidad de vida.

También subraya la importancia de las ciudades como factor económico, para la producción de empleo y vida sustentable, pide colaboración entre urbes que se complementen y aboga por mayores niveles y nuevas instancias de participación popular.

Hermosilla recordó que "en América Latina y el Caribe viven casi 500 millones de personas, 75 por ciento urbanos, y hacia el año 2020 serán otros 200 millones, con 80 por ciento de población urbana. La mitad de los latinoamericanos son pobres, y un tercio no tiene techo".

Del plan de acción destacó "la necesidad de un manejo adecuado del territorio, la vinculación entre políticas de desarrollo económico y desarrollo urbano, la búsqueda de agua y saneamiento y de equilibrio ecológico, sobre todo en los pequeños estados insulares".

"En una economía global como la que vivimos, las ciudades son la base para el crecimiento económico y el lugar para posibilitar una mejor calidad de vida", subrayó el ministro chileno.

"En nuestros países surgen experiencias que permiten pensar que es posible cambiar las condiciones en que producimos el hábitat", señala la declaración alternativa, de las ONG.

"Las calles de Estambul recuerdan lo que sucede en las calles de nuestras ciudades: las ideas y las propuestas que vienen desde abajo no logran ingresar a los edificios oficiales", indica el texto.

Las ONG se resienten porque la policía turca les impidió el fin de semana una manifestación callejera para exigir a la cumbre oficial de la ONU que garantizase el derecho a la vivienda y se pronunciase contra los desalojos forzosos de tierras y casas.

En cabeza de esa manifestación frustrada estuvo el paladín mexicano enmascarado Superbarrio. Luego, numerosos participantes en la cumbre de Estambul vieron a la policía turca reprimir enérgicamente una demostración de empleados públicos y madres de opositores políticos presuntamente desaparecidos.

El documento de las ONG sostiene que los procesos de globalización, ajuste estructural e instrumentación de un modelo económico neoliberal "tienen como consecuencia el aumento de la pobreza, de la exclusión social y de la brecha entre ricos y pobres".

Las ONG que produjeron la declaración en una "mesa latinoamericana" son la Coalición internacional para el Hábitat (que reúne unas 300 ONG en 50 países del Tercer Mundo) y las redes Mujer y Hábitat, de poder local del centro regional de educación de adultos y la iberoamericana de universidades.

Diego Carrión, de la ONG ecuatoriana "Ciudad", dijo a IPS que esas redes se proponen "junto con el trabajo propio de cada una, darle un seguimiento a los compromisos asumidos por los gobiernos en esta cumbre de Hábitat".

Subrayó la importancia del reconocimiento del derecho a la vivienda y consideró que los pobladores y sus organizadores "tienen ahora una herramienta pra hacer sus luchas más factibles, por ejemplo frente al tema de los desalojos".

Tras reconocer el derecho a la vivienda pero relativizar su "plena realización" como algo "progresivo", el ejército de diplomáticos que negocia la agenda de Estambul llegaba este martes a un acuerdo sobre si los gobiernos deberían desanimar los desalojos "forzados" o los "ilegales".

La discusión, semántica en el esquema de Naciones Unidas pero que traduce diferencias de concepto según un país emplee más o menos la fuerza pública para desalojar habitantes, ya habría alcanzado una fórmula de compromiso que despeja el camino para que el viernes concluya la Cumbre con todos sus documentos.

Un delegado colombiano dijo a IPS que el texto de compromiso condena los desalojos que vayan en contra de la ley y de los derechos humanos, con lo que se reconoce a los gobiernos su facultad para hacer cumplir leyes y a los habitantes invocar su derecho a resguardo y a rehabilitación.

Brasil fue el presentador de la nueva redacción, con apoyo del Grupo de los 77 (países en desarrollo) y China, y luego de la Unión Europea. (FIN/IPS/hm/dg/pr/96)

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