Los participantes de la cumbre Habitat II, en curso en esta ciudad, aún no se ponen de acuerdo sobre el tipo de cooperación internacional necesario para lograr un alivio de la deuda de los países pobres y una consiguiente mejora de las condiciones de vida en las grandes ciudades.
"La deuda externa de las naciones de bajos ingresos se ha vuelto una carga imposible de soportar", manifestó Kitazawa Yoko, copresidenta del Centro de Investigación de Asia-Pacífico, una organización no gubernamental (ONG) de Japón.
La activista exhortó este miércoles a cientos de ONG representadas en la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Habitat II) a presionar a sus respectivos gobiernos y a los donantes internacionales para lograr el alivio de la deuda.
Yoko y otros activistas del desarrollo criticaron la actual versión del plan global de Habitat II, que a su criterio demanda una pobre respuesta internacional al impacto de la deuda externa sobre las comunidades pobres que luchan por sobrevivir.
Aún subsisten grandes diferencias sobre la forma en que los gobiernos deberían abordar el tema de la deuda para volver más habitables las grandes ciudades, que deberá establecerse en el plan global a adoptarse en la jornada final de la cumbre, el 14 de junio.
El objetivo de la conferencia consiste en determinar el modo en que los gobiernos podrían superar los problemas de los crecientes centros urbanos, principalmente la falta de vivienda, que afecta en forma mayoritaria a mujeres y niños.
Estados Unidos indicó en una propuesta borrador que el comercio, el flujo de capital privado y otros factores están "remodelando la comunidad global".
Las nuevas tendencias mundiales se destacan por un dramático incremento del flujo internacional de capitales y de la participación privada en el desarrollo y la administración de infraestructura y servicios, subrayó Estados Unidos.
Por otra parte, el Grupo de los 77 (G-7), integrado por 131 países en desarrollo y China, destacó la disminución de la ayuda a las naciones pobres por parte de Occidente.
Además, aunque los países donantes ponen énfasis en la desviación de recursos de la ayuda al desarrollo hacia el comercio, las instituciones financieras internacionales deberían garantizar recursos complementarios, señaló el G-7.
Un participante de Habitat II afirmó este miércoles que el asunto continúa siendo objeto de debate. "Estados Unidos ha dejado el tema fuera de discusión", señaló.
Mientras, ONG de mujeres presentes en la conferencia señalaron que "el alivio de la deuda externa es una condición esencial para que los países de bajos ingresos puedan reestructurar sus economías y lograr asentamientos humanos prósperos, igualitarios y sustentables". (FIN/IPS/tra-en/yc/rj/ml/dv-pr/96)