En los 20 años transcurridos desde la primera Conferencia de Naciones Unidas sobre Asentamientos Humanos (Hábitat I), los problemas urbanos se agravaron en el mundo, especialmente en América Latina y el Caribe, destacaron representantes de esta región.
"Muchos salimos de esa reunión (celebrada en Vancouver, Canadá) motivados y estimulados a participar en una nueva era de desarrollo planificado, integrado y progresivo", pero "los problemas empeoraron" en muchos países y regiones, dijo el ministro de Medio Ambiente y Vivienda de Jamaica, Easton Douglas.
Aunque la población mundial no creció al ritmo proyectado en 1976, cuando se temía que duplicaría en 25 años, "los problemas urbanos se agravaron", reconoció también el jefe de la delegación brasileña en Hábitat II, Geraldo Holanda Cavalcanti.
América Latina y Caribe tienen 25 millones de viviendas sin agua potable y uno de cada tres hogares carece de condiciones de habitabilidad adecuadas, señaló el cubano Mario Cabello, presidente del Instituto Nacional de Vivienda de su país.
Cabello divulgó los avances de Cuba en esa área, al haberse construido más de un millón de viviendas en 35 años, un incremento de 80 por ciento respecto a las existentes antes de la revolución, al tiempo que la población creció 57 por ciento.
Pero la crisis desatada tras el colapso del bloque socialista europeo en 1990 paralizó el programa cubano en esta década. Los esfuerzos en la materia acaban de reanduarse, habiéndose fijado el gobierno la meta de edificar 250.000 nuevas viviendas hasta el año 2000.
El representante brasileño destacó la emergencia de grandes aglomeraciones urbanas en los 20 añosp asados desde Vancouver, con el consiguiente déficit habitacional y de infraestructura, además del desempleo y el impacto ambiental negativo.
Aun asi todos los delegados saludaron la intención de esta Conferencia de aprobar un nuevo Plan Global de Acción, con principios y compromisos que los países asumirán para mejorar las condiciones de los assentamientos humanos.
El delegado de El Salvador anunció que su país promoverá un desarrollo urbano sostenible, con "amplia participacion de los ciudadanos", asumiendo el Estado un "papel facilitador". Pero insistió en que las ciudades deben de ser "competitivas" ante la globalización económica.
El senador mexicano Oscar López Velarde puso el dedo en la llaga durante su discurso de apertura del Foro Mundial de Parlamentarios para el Hábitat. "La mayor parte de los países no cuentan con una legislación específica que regule la materia", indicó.
Si nuevamente no se cumplen los planes y compromisos asumidos, "probablemente no podamos volvernos a reunir dentro de 20 años, en el 2016, para constatar nuestra incapacidad e irresponsabilidad con los retos que ya nos plantea el siglo XXI", concluyó el legislador. (FIN/IPS/mo/dg/pr/96)