Un grupo de casi 300 organizaciones no gubernamentales (ONG) feministas de 40 países presentó un "Proyecto de Programa Hábitat" a la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre Asentamientos Urbanos -Hábitat II- que tiene lugar en esta ciudad.
Las ONG, temerosas de que los gobiernos pongan en manos de las corporaciones multinacionales la solución de la crisis mundial de vivienda, actúan ante Hábitat II en el marco de la Asamblea de Mujeres.
El grupo presentó sus propuestas a la Conferencia -que comenzó sus trabajos en Estambul el pasado lunes- afirmando que los gobiernos son los únicos poderes capaces de contener la codicia empresarial en un mundo que avanza sin pausa hacia un sistema económico integrado.
El Proyecto de Programa Hábitat propugna que los gobiernos incluyan en un plan global de acción una exhortación a que los Estados realicen reformas legislativas y administrativas para dar a las mujeres pleno acceso a los recursos económicos.
Entre los recursos económicos se incluyen "el derecho igualitario a la herencia y a la propiedad de la tierra y de otros bienes, al crédito, a la disposición de los recursos naturales y al uso de las tecnologías apropiadas".
La Plataforma de Acción aprobada el año pasado en la Conferencia Mundial sobre la Mujer, en Beijing, declara que los gobiernos deberían realizar reformas que abran a la mujer un pleno e igualitario acceso a los recursos económicos, "incluyendo el derecho de herencia".
En esta oportunidad, nuevamente, los Estados representados en Hábitat II se enfrentarán a un debate sobre la necesidad básica de que las personas, y especialmente las mujeres, puedan disponer de viviendas de su propiedad y de otros bienes.
Las ONG advierten a los gobiernos del peligro de limitarse a hacer un ademán y confiar las soluciones al sector privado.
"Sólo el sector privado que sea leal a la comunidad y que pertenezca a ella" debería ser legitimado como socio en un proceso de desarrollo", dijo un delegado de una ONG.
"El mundo necesitará unos 700.000 millones de dólares para que Hábitat II tenga éxito", sostuvo el secretario general de la Conferencia, Wally N'Dow. "¿Cómo podemos esperar que los Estados aporten esa cantidad, si no están siquiera al día con sus aportes a las Naciones Unidas?"
Un grupo de países ricos, entre los que se cuentan Estados Unidos, Rusia, Alemania y Japón, son deudores de la organización mundial. En total, los atrasos de los Estados miembros llegan a 2.500 millones de dólares.
Ante el programa que surgirá de esta Conferencia, tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como los Estados miembros miran hacia otros socios para la tarea de suprimir las viviendas miserables de los centros urbanos.
Estas urbanizaciones precarias, según las proyecciones de la ONU, alojarán 3.000 millones de personas -la mitad de la población mundial- al finalizar el siglo. De forma creciente, las delegaciones presentes en Hábitat II se inclinan hacia el sector privado para solucionar el problema. (FIN/IPS/tra-en/yjc/rj/arl/pr-dv/96)
